Estados Unidos y la Unión Europea alcanzaron un acuerdo comercial que establece un arancel uniforme del 15 % para la mayoría de los productos, lo que evita, por ahora, una escalada arancelaria que amenazaba con desencadenar una guerra comercial de proporciones globales.

Por su parte, von der Leyen aseguró que el entendimiento “traerá estabilidad y previsibilidad” para los negocios transatlánticos, a la vez que consolidará el acceso al mercado europeo bajo condiciones más claras.
Energía, defensa y productos clave quedan incluidos en el pacto
Además del nuevo arancel del 15 % sobre una amplia gama de bienes, Trump anunció que la UE se comprometió a comprar energía estadounidense por un valor estimado de 750.000 millones de dólares en los próximos tres años y a invertir 600.000 millones de dólares adicionales en territorio estadounidense. A esto se suman adquisiciones significativas de equipamiento militar fabricado en Estados Unidos.
Von der Leyen confirmó que el nuevo marco tarifario incluye productos industriales estratégicos como automóviles, semiconductores y productos farmacéuticos, aunque aclaró que algunos rubros quedarán exceptuados del arancel general. En particular, se acordó un arancel cero para aeronaves y componentes, ciertos medicamentos genéricos, productos químicos, equipos para semiconductores, recursos naturales y materias primas esenciales.

El acuerdo deberá ser ratificado por los Estados miembros de la UE
Pese al anuncio, el acuerdo no entrará en vigor de inmediato. La Comisión Europea deberá presentar formalmente el marco pactado a los Estados miembros y al Parlamento Europeo, donde se someterá a debate y votación. Von der Leyen aseguró contar con el mandato para negociar, pero será necesaria la aprobación institucional completa para su implementación efectiva.

Durante meses, el mandatario amenazó con imponer un arancel del 30 % sobre importaciones europeas, incluyendo automóviles, si no se alcanzaba un acuerdo favorable. La imposición estaba programada para entrar en vigor este viernes, por lo que el anuncio evitó en el último momento un escenario de represalias bilaterales.
Riesgos evitados y tensiones diplomáticas con Europa
De no haberse logrado un entendimiento, la UE había advertido sobre medidas de represalia, incluyendo aranceles sobre productos estadounidenses como carne de res, autopartes, cerveza y aeronaves Boeing. Economistas estimaban que una guerra comercial abierta entre ambas potencias habría encarecido una gran variedad de bienes en ambos mercados, afectando desde el queso francés hasta la electrónica alemana.

No obstante, añadió que “la gente todavía puede hablar con el presidente Trump. Siempre está dispuesto a escuchar”, en una aparente señal de flexibilidad negociadora. Von der Leyen, por su parte, celebró que el acuerdo sea “una señal clara de que cuando trabajamos juntos, nuestros ciudadanos y nuestras economías se benefician directamente”.
El pacto deja por delante tareas técnicas y legislativas, pero representa un freno momentáneo a una escalada arancelaria que habría tenido consecuencias económicas globales. Con un arancel común del 15 %, acceso recíproco a mercados clave y compromisos en energía y defensa, el acuerdo podría sentar las bases para una nueva etapa en las relaciones transatlánticas.
Te puede interesar: Las negociaciones entre EE.UU. y la Unión Europea se tensan tras amenazas de aranceles y represalias













