El jueves 24 de julio de 2025, el conflicto entre Tailandia y Camboya dejó de ser una disputa diplomática y se transformó en una explosiva escalada militar. Al menos 12 personas murieron —la mayoría civiles tailandeses— tras un ataque con cohetes y artillería lanzado desde territorio camboyano, mientras cazas F-16 tailandeses respondían con bombardeos sobre objetivos militares del otro lado de la frontera. Pero ¿qué explica este enfrentamiento, y por qué se reavivó justo ahora?
La raíz del conflicto está lejos de ser reciente. Ambos países arrastran una disputa fronteriza centenaria centrada en el área conocida como el Triángulo Esmeralda, una zona selvática donde confluyen las fronteras de Tailandia, Camboya y Laos, y que alberga templos antiguos de alto valor simbólico y estratégico, como el Prasat Ta Moan Thom. El trazado de la frontera, impuesto durante la ocupación francesa en el siglo XIX, ha sido motivo de desencuentros recurrentes, con picos de violencia militar en 2008, 2011 y más recientemente, en mayo de 2025.

De los templos al fuego cruzado
La última chispa que encendió el conflicto se dio el pasado mayo, cuando un soldado camboyano murió en un tiroteo cerca de uno de los templos en disputa. A partir de ese momento, ambos países comenzaron a restringir los pasos fronterizos, imponiendo bloqueos comerciales y reforzando sus tropas en las zonas calientes.
En las últimas semanas, las tensiones se agravaron con la colocación de minas antipersonales en la frontera, que dejaron al menos cinco soldados tailandeses heridos. Bangkok culpó a Phnom Penh por su colocación reciente, algo que Camboya niega y atribuye a restos de antiguos conflictos. La respuesta diplomática fue inmediata: Tailandia expulsó al embajador camboyano y retiró al suyo, mientras Camboya rebajó sus lazos al “nivel más bajo” y expulsó a la representación tailandesa.

Este contexto de creciente hostilidad explotó el 24 de julio con un intercambio directo de fuego. Según Tailandia, el conflicto comenzó cuando un dron camboyano sobrevoló la base tailandesa en el templo Ta Muen. Minutos después, soldados camboyanos armados con lanzacohetes cruzaron hacia territorio tailandés. Alrededor de las 8:20 a.m., Camboya abrió fuego con artillería, provocando la respuesta aérea tailandesa.
Del otro lado, Camboya sostiene que fueron las tropas tailandesas quienes violaron un acuerdo previo al avanzar sobre un templo y colocar alambres de púas, lo que habría motivado una defensa legítima. Phnom Penh también denunció un ataque aéreo desproporcionado y exigió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
Una disputa territorial y política
Más allá del conflicto limítrofe, la situación interna de ambos países actúa como factor agravante. En Tailandia, la primera ministra Paetongtarn Shinawatra fue suspendida tras una investigación judicial que se desató por una filtración de una llamada con el ex primer ministro camboyano Hun Sen. La inestabilidad política en Bangkok complica cualquier iniciativa de desescalada diplomática.
Mientras tanto, el actual primer ministro camboyano, Hun Manet —hijo de Hun Sen—, refuerza su posición en el poder marcando una postura firme frente a la agresión externa, en un país donde el ejército cumple un rol central en la política.
China, estrecho aliado de Camboya, expresó “profunda preocupación” por los enfrentamientos e instó al diálogo, al tiempo que advirtió a sus ciudadanos evitar las zonas fronterizas. Malasia, como presidente de turno de la ASEAN, también llamó a la calma.
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