El presidente Donald Trump afirma que se acabó la época en que las principales empresas tecnológicas de Estados Unidos contrataban en India y construían fábricas en China, acusándolas de haber adoptado un “globalismo radical” que —según él— perjudicó a los trabajadores estadounidenses durante décadas. La declaración se produjo durante una cumbre sobre Inteligencia Artificial (IA) celebrada esta semana en la capital estadounidense, en la que Trump también firmó tres órdenes ejecutivas destinadas a robustecer la competitividad del país en esta área estratégica.

“Durante demasiado tiempo, gran parte de la industria tecnológica estadounidense persiguió un globalismo radical que dejó a millones de estadounidenses sintiéndose desconfiados y traicionados”, sostuvo Trump, citado desde News18. “Muchas de nuestras mayores empresas tecnológicas han cosechado los frutos de la libertad estadounidense mientras construían sus fábricas en China, contrataban trabajadores en India y recortaban drásticamente sus ganancias en Irlanda. Con el presidente Trump, esos días se acabaron”, añadió.
Las órdenes ejecutivas firmadas por el mandatario incluyen un plan de acción nacional sobre IA, una iniciativa para fomentar la exportación de tecnologías de IA estadounidenses y un mandato para que las agencias federales prioricen la contratación de soluciones tecnológicas desarrolladas en suelo norteamericano. Estas medidas, explicó Trump, buscan consolidar el liderazgo de EE.UU. en la carrera tecnológica frente a competidores como China, además de asegurar que los beneficios económicos de dicha industria permanezcan en territorio nacional.
Trump ya había advertido a gigantes como Apple
Durante su intervención, Trump también hizo un llamado a Silicon Valley para que abrace un “nuevo espíritu de patriotismo y lealtad nacional”. “Queremos que pongan a Estados Unidos primero. Tienen que hacerlo. Eso es todo lo que pedimos”, afirmó el mandatario republicano, dirigiéndose directamente a los gigantes tecnológicos. Aunque no mencionó nombres específicos durante la cumbre, Trump ya había advertido previamente a Apple, en mayo, sobre su cadena de suministro internacional.

“Hace tiempo que informé a Tim Cook, de Apple, que espero que los iPhones que se vendan en Estados Unidos se fabriquen y ensamblen en ese país, no en India ni en ningún otro lugar. De no ser así, Apple deberá pagar un arancel de al menos el 25% a EE.UU.”, escribió entonces en redes sociales.
Enfoque nacionalista 2.0 para Estados Unidos
Estas declaraciones se alinean con la visión económica nacionalista que marcó su presidencia entre 2017 y 2021, durante la cual promovió guerras comerciales con China, impuso aranceles a productos extranjeros y forzó renegociaciones de acuerdos como el NAFTA. En este nuevo ciclo político, Trump redobla su apuesta proteccionista en un contexto marcado por tensiones geopolíticas crecientes y una competencia cada vez más intensa en el ámbito tecnológico global.
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