Tras meses de ambigüedad y declaraciones contradictorias, el presidente Donald Trump ha dado un giro inesperado en su política exterior al anunciar la reanudación del envío de armas a Ucrania. En medio de una escalada de ataques rusos y crecientes críticas a su postura frente a Moscú, Trump sorprendió al alinearse abiertamente con Kiev, prometiendo sistemas de defensa Patriot y advirtiendo con imponer aranceles del 100% a Rusia si no se alcanza un acuerdo de paz en los próximos 50 días.
Qué llevó a Trump a tomar distancia de Putin y respaldar a Ucrania
Durante su campaña y los primeros meses de mandato, Donald Trump evitó confrontar directamente a Vladímir Putin. Llegó incluso a responsabilizar públicamente a Ucrania por el conflicto, repitiendo narrativas cercanas al Kremlin. En febrero de 2025, protagonizó un tenso cruce con Volodímir Zelenski en la Oficina Oval y suspendió temporalmente el envío de ayuda militar, afirmando que Kiev había “perdido sus cartas” y debía “negociar la paz”.

Pero la postura del presidente cambió de forma gradual a medida que se acumulaban los ataques rusos a infraestructura civil y aumentaba la presión internacional. Desde mayo 2025, Trump empezó a hacer pública su frustración con Moscú, pidiéndole a Putin que detuviera los bombardeos y advirtiendo que estaba “matando a mucha gente”. Para julio, su discurso viró de forma contundente, al anunciar el envío de sistemas Patriot a través de la OTAN.
Negociaciones rotas con Rusia y una guerra que se prolonga
Según declaraciones del propio Trump, hubo al menos cuatro intentos de alcanzar un acuerdo de paz con Rusia desde su regreso a la presidencia. Sin embargo, cada uno de ellos terminó siendo infructuoso: mientras las conversaciones parecían avanzar, nuevas ofensivas rusas golpeaban ciudades ucranianas. Los contactos directos entre Trump y Putin, incluida una llamada en mayo 2025 en la que el mandatario estadounidense aceptó postergar un cese al fuego, no dieron resultados.

Moscú continuó atacando y se mostró reticente a cualquier compromiso serio. El Kremlin interpretó el titubeo de Trump como debilidad, pero subestimó su capacidad de presión. En este sentido, la amenaza de aranceles del 100% y el nuevo esquema de envío de armas a través de aliados europeos marcan ahora un intento de forzar una salida negociada bajo nuevas condiciones. En la misma línea, el presidente de EE.UU. amenaza con aplicar aranceles del no solo a Rusia, sino a terceros países que compren su petróleo, como China e India. Dichas sanciones indirectas podrían tener un impacto real en la economía rusa, especialmente si Europa accede a financiar más entregas de armamento.
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No pudo con el Pentágono, ya no manda nada. Le cambiaron la agenda. Presidente títere.