En un contexto de tensión creciente por la guerra en Ucrania y la presión comercial entre potencias, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, se reunió con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, durante la cumbre de la ASEAN en Malasia.
El encuentro de unos 50 minutos marca el segundo cara a cara entre ambos funcionarios en lo que va del año. Según declaraciones posteriores, Rubio calificó la reunión como “honesta e importante”, y aseguró que el presidente Donald Trump se encuentra “decepcionado” con la falta de avances concretos por parte de Rusia para alcanzar un alto el fuego.
Un diálogo diplomático en medio de bombardeos
Tal como expuso el medio Reuters, el diálogo se da en medio de una nueva oleada de ataques rusos contra Kiev y otras ciudades ucranianas, incluyendo el lanzamiento de más de 700 drones y misiles en apenas 24 horas, lo que ha puesto a prueba los sistemas defensivos de Ucrania.

Pese a su promesa de campaña de terminar la guerra en 24 horas, Trump ha tenido que tomar decisiones cada vez más duras, como el reciente envío de armamento defensivo adicional a Ucrania y el análisis de una ley de sanciones más severas contra Rusia, con aranceles del 500% para quienes comercien con el Kremlin.
Moscú y Washington: tensiones, pero con espacio para el diálogo
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia también emitió un comunicado tras el encuentro, destacando que ambas partes coincidieron en la necesidad de normalizar el funcionamiento de sus misiones diplomáticas y mantener un diálogo “constructivo y mutuamente respetuoso”.
Rubio afirmó ante la prensa que “Estados Unidos quiere ver una hoja de ruta clara para poner fin al conflicto” y describió la propuesta rusa como “un enfoque nuevo y diferente”. Aunque matizó que la iniciativa “no garantiza la paz”, señaló que será trasladada al presidente Trump para su análisis.

Una agenda amplia en la ASEAN
Rubio participó de la reunión de cancilleres de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), en lo que representa su primera visita oficial a Asia desde que asumió el cargo. Allí también reforzó el mensaje de Washington en favor de preservar la estabilidad en el Indo-Pacífico y contrarrestar la influencia de China.
El Kremlin, por su parte, minimizó las recientes críticas de Trump, asegurando que continuará intentando recomponer los vínculos con Washington, pese a la retórica adversa.
Este nuevo contacto diplomático —con encuentros previos en Arabia Saudita y varias llamadas entre ambas partes— sugiere que, pese a las diferencias, Estados Unidos y Rusia no han cerrado del todo las vías del diálogo político.
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