Las Fuerzas Armadas de Rusia anunciaron este domingo la toma de dos nuevas localidades en el este de Ucrania: Piddubne, en la región de Donetsk, y Sobolivka, en la región de Járkov. La noticia fue difundida por el Ministerio de Defensa ruso a través de su canal oficial en Telegram, utilizando las grafías rusas de los nombres —Poddubnoye y Sobolevka— y describiendo los avances como una “liberación” de los territorios.
Hasta el momento, Ucrania no ha emitido una respuesta oficial a las afirmaciones rusas, aunque el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) con sede en Washington ha mapeado intensas actividades militares en las zonas mencionadas.
Avance sostenido en el frente oriental
La captura de estas localidades se inscribe en el contexto de un avance progresivo y sostenido de las tropas rusas, que desde hace más de un año vienen presionando a lo largo de una línea de contacto extensa y compleja, aprovechando la sobrecarga operativa y la inferioridad numérica del Ejército ucraniano.

Piddubne —con una población previa al conflicto de aproximadamente 500 personas— se encuentra a tan solo 7 kilómetros de la frontera con la región ucraniana de Dnipropetrovsk, lo que abre una amenaza táctica sobre nuevos sectores del centro del país.
Por su parte, Sobolivka está ubicada unos 3 kilómetros al oeste de Kupiansk, una ciudad de alta relevancia operativa, que fue recuperada por Ucrania en 2022 y se encuentra bajo presión constante de las fuerzas rusas. Si bien ISW no había registrado la ocupación total de esta zona por parte de Moscú, los últimos reportes indican una tendencia de avance hacia el oeste.
Junio, el mes de mayores avances rusos desde noviembre
Según un análisis, los avances territoriales rusos en junio fueron los más significativos desde noviembre del año pasado, confirmando un patrón de intensificación militar en el este del país. Esta dinámica pone a prueba las capacidades defensivas de Ucrania, que atraviesa dificultades para movilizar nuevos contingentes y reponer su material militar a tiempo.

Desde Moscú, se ha destacado que estos logros forman parte de una estrategia más amplia para controlar completamente las regiones de Donetsk y Luhansk, objetivo declarado desde el inicio de la invasión a gran escala en febrero de 2022.
Contexto geoestratégico
Las capturas en Donetsk y Járkov se producen en un momento en que el frente ucraniano muestra signos de fatiga, y coinciden con la intensificación de las campañas de bombardeo ruso sobre infraestructuras críticas y líneas de suministro. A su vez, la ofensiva también tiene una lectura política, ya que se da en paralelo a la presión diplomática ejercida por Moscú ante las discusiones sobre una eventual nueva ronda de ayuda militar occidental a Kiev.
Por el momento, se desconoce si las posiciones tomadas podrán mantenerse en el mediano plazo, o si Ucrania intentará una contraofensiva localizada.
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