En una nueva demostración de fuerza en uno de los escenarios más sensibles del mapa geopolítico actual, Estados Unidos y China han desplegado portaaviones en el Mar de China Meridional, reafirmando su disputa estratégica por el control de rutas marítimas clave y zonas de soberanía en disputa. Las operaciones coinciden con el aniversario del retorno de Hong Kong a la administración china y con la creciente militarización del Pacífico Occidental.
Por el lado estadounidense, el portaaviones USS George Washington (CVN-73) patrulla el área de operaciones de la Séptima Flota, que abarca el océano Pacífico occidental y el océano Índico. Imágenes difundidas por la Marina de EE.UU. muestran al buque realizando operaciones aéreas en el Mar de China Meridional, tras haber operado días antes en el mar de Filipinas, cerca de las islas del suroeste de Japón.

Disputas territoriales y libertad de navegación
El despliegue norteamericano refuerza su estrategia de asegurar la libertad de navegación en una región donde China reclama casi la totalidad de las aguas en disputa, en contravención al derecho internacional. Según medios filipinos, el portaaviones George Washington también fue avistado dentro del área conocida como el Mar de Filipinas Occidental, término con el que Manila designa su zona económica exclusiva dentro del Mar de China Meridional.

Al mismo tiempo, el portaaviones CNS Shandong (CV-17) de la Armada del Ejército Popular de Liberación de China llegó este jueves 3 de julio a Hong Kong para una visita de cinco días, acompañado por otras tres unidades de escolta. Durante el ingreso al puerto, se observaron varios cazas y helicópteros estacionados en la cubierta de vuelo del buque, lo que fue interpretado como una exhibición deliberada de capacidades operativas ante la ciudadanía local y la comunidad internacional.
Modernización naval y simbolismo estratégico
Esta presencia dual en el Mar de China Meridional refleja el pulso que mantienen ambas potencias por la supremacía marítima regional. La Marina china, que ya es la mayor del mundo en número de buques, continúa ampliando su proyección más allá de sus aguas cercanas. En junio, tanto el Shandong como su gemelo, el CNS Liaoning (CV-16), operaron en conjunto en el Pacífico occidental, en una acción considerada sin precedentes por su alcance y coordinación.
Mientras tanto, Estados Unidos conserva el liderazgo absoluto en número de portaaviones operativos, aunque su ventaja estratégica depende cada vez más del mantenimiento de alianzas regionales con Japón, Corea del Sur, Filipinas y Australia. En este marco, la Marina de EE.UU. calificó al George Washington como su “portaaviones adelantado insignia”, destacando su rol como “símbolo del compromiso de mantener un Indo-Pacífico libre y abierto”.
Escenarios futuros
Aún no está claro cuánto tiempo permanecerá el USS George Washington en la zona, pero por el momento es el único portaaviones estadounidense activo en el Mar de China Meridional, luego de que su buque gemelo, el USS Nimitz, concluyera operaciones en la región a comienzos de junio y fuera redirigido hacia Medio Oriente.

La visita del Shandong a Hong Kong, además de conmemorar el 28° aniversario del traspaso de soberanía del Reino Unido a China, tiene un fuerte valor simbólico interno, al mostrar los avances en modernización militar ante la población. El jefe del ejecutivo hongkonés, John Lee, describió la visita como “inspiradora” y afirmó que permitirá a la ciudadanía “comprender de cerca los logros de la defensa nacional”.
En este marco de competencia estratégica en el teatro marítimo más disputado del planeta, el Mar de China Meridional se consolida como eje central del enfrentamiento naval entre las dos grandes potencias del siglo XXI.
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