La Fuerza Aérea de los Estados Unidos presentó esta semana un informe ante el Congreso en el que alerta sobre el incremento sostenido de las capacidades misilísticas de China, con especial énfasis en su capacidad para golpear objetivos en Taiwán y más allá. Según el documento, el Ejército Popular de Liberación (EPL) cuenta actualmente con al menos 900 misiles balísticos de corto alcance (SRBM) capaces de alcanzar el territorio taiwanés desde plataformas terrestres en la costa continental.
El dato fue revelado durante una audiencia del Subcomité de Defensa del Comité de Asignaciones del Senado, celebrada el jueves 26 de junio, en el marco del debate presupuestario para el ejercicio 2026 de la Fuerza Aérea y la Fuerza Espacial. Los responsables de ambas ramas militares presentaron un extenso testimonio por escrito sobre la evolución de la Fuerza de Cohetes del EPL, destacando su rol central en la estrategia de modernización militar de Beijing.

Un arsenal con alcance regional y global
Además de los 900 misiles de corto alcance dirigidos a Taiwán, el informe indica que China desplegó 400 misiles de crucero terrestres capaces de alcanzar cualquier punto de la primera cadena de islas, que incluye a Japón, Filipinas y el propio Taiwán. En una escala mayor, la Fuerza de Cohetes también cuenta con aproximadamente 1.300 misiles balísticos de alcance medio, aptos para impactar objetivos en la segunda cadena de islas, así como 500 misiles de alcance intermedio con capacidad para golpear partes de Alaska y Australia.
Finalmente, el reporte concluye que China mantiene más de 400 misiles balísticos intercontinentales, diseñados para portar cabezas nucleares y alcanzar objetivos en cualquier parte del mundo.
Tecnología hipersónica y dominio espacial
El secretario adjunto de la Fuerza Aérea, Troy E. Meink, advirtió sobre el impacto de los misiles DF-17, un sistema de alcance medio equipado con vehículos planeadores hipersónicos (HGV). Según Meink, estos misiles están transformando la arquitectura ofensiva del EPL y podrían eventualmente reemplazar sistemas de corto alcance más antiguos, dotando a China de una herramienta más efectiva para atacar bases militares y flotas en el Pacífico Occidental.

Por su parte, el jefe de Operaciones Espaciales, General B. Chance Saltzman, expresó su inquietud ante el desarrollo del concepto chino de “kill web”: una red de sensores y armas capaces de detectar, seguir y atacar objetivos a gran distancia en múltiples dominios, incluyendo aire, mar, tierra, ciberespacio y espacio ultraterrestre. Saltzman señaló que esta red ya se encuentra operativa en órbita terrestre baja, mediante un sistema de inteligencia, vigilancia y reconocimiento avanzado que fortalece la conciencia situacional del EPL y su capacidad de disuasión.
Defensa desde el espacio y tensiones estratégicas
Consultado por el senador Dick Durbin sobre si estas capacidades chinas estaban relacionadas con el sistema de defensa de misiles Golden Dome, promovido por el presidente estadounidense Donald Trump, el general Saltzman respondió que dicho sistema apunta a la defensa del territorio continental. En contraste, la Fuerza Espacial está enfocada en garantizar la superioridad espacial global, protegiendo a las fuerzas conjuntas de ataques habilitados desde el espacio.
Este informe llega en un contexto de escalada regional en Asia-Pacífico, donde las tensiones entre China y Taiwán —con Estados Unidos como garante informal de la seguridad de la isla— se intensificaron a lo largo de 2024 y 2025. El despliegue masivo de vectores balísticos y la integración de capacidades espaciales configuran un nuevo entorno estratégico en el que los márgenes para la disuasión se reducen rápidamente.
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