Al menos 50 vehículos aéreos no tripulados fueron derribados en varios lugares de Rusia a primera hora de este jueves en Moscú y sus alrededores, como Didovsk, Zelenograd y Moskovskiy. Según el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, las defensas aéreas habían derribado dos drones que se aproximaban a la ciudad.
En respuesta, las operaciones del aeropuerto de Vnukovo se restringieron temporalmente y se activó el plan “Alfombra”, un protocolo activado en caso de amenazas aéreas. Cinco vuelos fueron desviados al aeropuerto de Sheremetyevo.

El detalle del ataque
Más tarde por la mañana, el Ministerio de Defensa ruso declaró que sus sistemas de defensa antiaérea habían interceptado y destruido un total de 50 aviones no tripulados ucranianos. Se contabilizaron 23 drones en la región de Kursk, 11 sobre región de Rostov, 6 sobre Briansk, 3 en Moscú (incluidos los dos dirigidos contra la capital), 2 sobre la Crimea ocupada, 1 sobre Mordovia y otro en Kaluga. .
Por otra parte, la Fuerza Aérea ucraniana había comunicado que las fuerzas rusas lanzaron un ataque contra Ucrania desde las 22:00 horas del 25 de junio hasta esta mañana. Fueron utilizados 41 drones de ataque Shahed y varios tipos de drones simuladores. Entre sus principales objetivos estaban las zonas de primera línea en las regiones de Donetsk y Járkov. Las defensas aéreas habrían neutralizado 24 de ellos, otros ocho con potencia de fuego y 16 suprimidos por guerra electrónica.

La agencia de noticias Kyiv Post, por su parte, informó del ataque ucraniano con drones contra Rusia. Afirmó que el mismo dañó una importante instalación de defensa durante la noche en la ciudad de Taganrog. Técnicamente, estaría relacionada con la producción de aviones militares no tripulados de Moscú.
Si bien no se confirmó esta información desde el Kremlin, según Ucrania se trataba de la planta Atlant-Aero, una supuesta parte importante del complejo militar-industrial de Rusia. Se estima que allí se fabrican componentes clave para los drones de combate Orion, así como sistemas de guerra electrónica y tecnologías de control utilizadas en drones de ataque FPV y municiones de merodeo.
Una guerra de drones
Las oleadas de ataques de drones son moneda corriente en el conflicto ruso-ucraniano. Desde el inicio de la guerra, el uso de estos dispositivos ha adquirido cada vez más protagonismo. Por un lado, Ucrania ha concentrado sus esfuerzos en atacar la infraestructura militar rusa, mientras que Rusia utiliza drones y misiles para llevar a cabo ataques generalizados.

Esta realidad ha sido ampliamente estudiada y documentada. Según el SIPRI, una de las tendencias clave del 2024 fue el cambio en la metodología de la violencia, destacándose las explosiones y la violencia a distancia -es decir, artefactos explosivos (incluidas bombas, granadas y artefactos explosivos improvisados, AEI), fuego de artillería o bombardeos, ataques con misiles, ataques aéreos o ataques de vehículos aéreos no tripulados (VANT) y otras armas pesadas ampliamente destructivas. En número, representaron más de 98 000 incidentes el año pasado.
El aumento de la tecnología y su implementación en el campo de batalla se considera un punto de quiebre para los Estados. No obstante, también plantea dilemas éticos y jurídicos: la tecnología de este tipo permite tomar decisiones en fracciones de segundo, sin intervención humana directa, ya sean drones autónomos o algoritmos de reconocimiento facial aplicados al combate urbano.
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