En una votación unánime, el Parlamento iraní aprobó el 25 de junio un proyecto de ley que propone la suspensión inmediata de toda cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en respuesta a los ataques recientes contra instalaciones nucleares iraníes durante el conflicto con Israel.

La decisión legislativa surge luego de una escalada bélica que se intensificó el 13 de junio, cuando Israel lanzó un ataque sin precedentes sobre objetivos nucleares y militares iraníes, extendiéndose también a zonas residenciales.
El conflicto, que se prolongó durante doce días, causó decenas de víctimas civiles en ambas partes y culminó en un alto el fuego frágil negociado por Washington el 24 de junio. Durante ese periodo, Estados Unidos también bombardeó tres instalaciones nucleares clave en Fordow, Natanz e Isfahán.
Condicionamientos de seguridad y tensiones con el organismo internacional
El texto del proyecto de ley establece que la reanudación de la cooperación con el OIEA dependerá de la adopción de medidas concretas para garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares y de los científicos iraníes, además del reconocimiento del derecho de Teherán a enriquecer uranio dentro de su propio territorio.

La medida contempla la suspensión de todas las inspecciones, supervisiones y obligaciones de informes previstas por el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y sus salvaguardias asociadas. Si bien la aprobación definitiva dependerá del Consejo de Guardianes y su implementación quedará en manos del Consejo Supremo de Seguridad Nacional (CSSN), la iniciativa representa un giro significativo en la relación de Irán con el régimen internacional de control nuclear.
El CSSN, órgano clave en la arquitectura institucional iraní, está formalmente encabezado por el presidente, pero su conducción efectiva responde a las directrices del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei.
Tensiones prolongadas y cuestionamientos al OIEA
La relación entre Teherán y el OIEA ha estado marcada por una desconfianza mutua. Irán sostiene desde hace años que su programa nuclear tiene fines exclusivamente pacíficos, y denuncia un sesgo del organismo con sede en Viena a favor de las potencias occidentales e Israel.

Durante la sesión parlamentaria en que se aprobó la ley, Qalibaf reafirmó que “la Organización de Energía Atómica de Irán suspenderá su cooperación con la agencia hasta que se garantice la seguridad de las instalaciones nucleares y el programa nuclear pacífico avance sin amenazas externas”. La declaración fue seguida por consignas hostiles contra Estados Unidos e Israel coreadas por los legisladores presentes.
La suspensión de vínculos con el OIEA, de concretarse, representaría un desafío serio para el sistema multilateral de control nuclear y podría aumentar la presión diplomática sobre Irán. También tendría implicancias directas para la estabilidad en Medio Oriente, en un contexto donde las tensiones con Israel siguen siendo elevadas y donde la cooperación internacional para la no proliferación se encuentra cada vez más erosionada.
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