Ucrania ha dado un paso significativo en su posicionamiento internacional con el lanzamiento del programa “Build with Ukraine”, una iniciativa que transforma al país de receptor de ayuda militar a exportador estratégico de armas. A partir del verano europeo 2025, Kiev iniciará la producción y exportación de sistemas de defensa, incluyendo drones, misiles y artillería, en territorio de países aliados, comenzando por Europa. Esta estrategia no solo fortalece las capacidades defensivas ucranianas, sino que también impulsa una nueva era de colaboración internacional en materia de defensa.
El plan de exportación de defensa que intentará posicionar a Ucrania como nuevo actor global
El programa “Build with Ukraine” no se limita a vender armamento: propone una transformación estructural en la forma en que los países aliados cooperan en materia de defensa. En lugar de enviar equipos terminados desde Kiev, Ucrania planea instalar líneas de producción de armas directamente en territorio aliado, permitiendo que cada país fabrique localmente sistemas militares probados en combate. Este modelo de coproducción acelera el acceso a tecnologías avanzadas, reduce la dependencia de cadenas de suministro vulnerables y mejora la capacidad de respuesta ante crisis regionales.

Los primeros socios serán países europeos, pero la iniciativa está diseñada para escalar globalmente, incluyendo posibles acuerdos con Washington. En paralelo, el gobierno ucraniano impulsa el programa con una ambiciosa inversión de 43.000 millones de dólares, y ha solicitado que los aliados destinen el 0,25% de su PBI a apoyar el fortalecimiento de esta red de defensa. El programa apunta a convertir a Ucrania en un nodo clave en el ecosistema de seguridad occidental, al tiempo que fortalece su economía, industria nacional y peso geopolítico.
Una oportunidad única para integrar defensa, tecnología y economía en Europa
Para Europa, el programa representa una oportunidad sin precedentes de alcanzar mayores niveles de autosuficiencia militar. En un contexto donde muchas naciones europeas dependen de importaciones, principalmente estadounidenses, producir armas localmente con tecnología ucraniana reduce la vulnerabilidad frente a interrupciones geopolíticas y refuerza la capacidad defensiva nacional. Además, permite adaptar la producción a las necesidades específicas de cada país, lo que fortalece la resiliencia y el control sobre los recursos estratégicos.

A largo plazo, esta iniciativa podría generar un nuevo mapa industrial en Europa, impulsando polos tecnológicos y creando empleos de alta especialización. Al integrar los procesos de fabricación, mantenimiento y desarrollo conjunto, los países europeos no solo estarían en posición de acceder a tecnologías probadas en combate, sino que también podrían crear sistemas más sofisticados mediante la colaboración con Ucrania. Esta sinergia entre defensa y desarrollo económico fortalece el proyecto de autonomía estratégica europea, mientras consolida a Ucrania como socio fundamental del continente y lo reviste con un rol clave para Europa.
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