El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó que representa “un gran problema” que España se niegue a adoptar el nuevo objetivo de gasto en defensa de la OTAN acordado en la cumbre de La Haya. Rubio añadió que el Gobierno español, liderado por Pedro Sánchez, “afirma que pueden hacerlo con menos”, pero destacó que esta posición plantea un desafío para la credibilidad y unidad de la alianza.

En la cumbre, los 32 miembros de la OTAN acordaron elevar el gasto conjunto en defensa a un 5 % del PIB para 2035, incluyendo un 3,5 % para capacidad militar y un 1,5 % para infraestructura y ciberseguridad. España, sin embargo, se comprometió únicamente al 2,1 %, argumentando que es suficiente para alcanzar los niveles operativos encomendados +15. El primer ministro Sánchez aseguró que llegar al 5 % exigiría hasta 300.000 millones de euros adicionales, fondos que comprometerían los servicios sociales y sanitarios básicos.
En este sentido, Rubio subrayó que la posición de España podría alentar a otros países a solicitar exenciones similares y debilitar la presión colectiva para cumplir los compromisos pactados anteriormente. “Es insostenible”, dijo el funcionario, en referencia al compromiso unilateral de Madrid.
La respuesta española fue más moderada. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, declaró que no espera “repercusiones” y que el país cumplirá los compromisos en materia de capacidades, a pesar de no alcanzar la meta del 5 %. Fuentes diplomáticas señalaron que España consiguió una excepción técnica, bajo acuerdos con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que permitirían flexibilidad hasta 2029, cuando se revisarán los avances.
Estados Unidos amenaza
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con “hacer pagar el doble” a España mediante un acuerdo comercial bilateral, acusando al país de ser “el único que no paga”, aunque en la práctica el comercio con la UE se negocia colectivamente.
Mientras tanto, otros países europeos destacados por su esfuerzo en defensa —Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Polonia, escandinavos y bálticos— respaldaron el objetivo del 5 %, señalando que es esencial para fortalecer la disuasión frente a Rusia y manejar el posible reequilibrio estratégico de EE.UU. hacia Asia.
España pide tiempo
España es actualmente el país con menor inversión militar dentro de la OTAN. En 2024, su gasto en defensa apenas superó el 1% del PIB. Bajo presión internacional, el Gobierno utilizó créditos fiscales y reasignaciones presupuestarias —sin pasar por el Congreso— para alcanzar este año el 2%, cumpliendo así con el objetivo vigente. No obstante, el salto al 5% supondría duplicar y medio ese esfuerzo en un contexto de elevada deuda pública: España cerró 2024 con una deuda del 100% del PIB y un déficit cercano al 3%.

En su carta, Sánchez pidió cautela y subrayó que cualquier incremento debe estar acompañado de tiempo y margen de maniobra adecuados. “La UE y sus Estados miembros ya están trabajando en estos objetivos. Pero para lograr avances reales, necesitaremos tiempo”, indicó. En ese contexto, el mandatario español propuso que el nuevo umbral se proponga como un objetivo opcional o que se reformule con otra fórmula menos rígida.
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