El Departamento de Defensa de Estados Unidos ordenó el despliegue de 2.000 efectivos adicionales de la Guardia Nacional en Los Ángeles, en respuesta a los disturbios y actos de violencia desatados tras las redadas migratorias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

La operación incluye a la 49.ª Brigada de Policía Militar, que se sumará a unidades como la 79.ª Brigada de Infantería y el 2.º Batallón del 7.º Regimiento de Infantería de Marina, todas bajo la coordinación de la Fuerza de Tarea 51, liderada por el mayor general Scott M. Sherman. En conjunto, el contingente en terreno asciende a unos 4.100 efectivos de la Guardia Nacional y 700 infantes de marina activos.
Controversia entre Washington y Sacramento
El gobernador de California, Gavin Newsom, presentó una demanda judicial contra el gobierno federal al considerar ilegal el despliegue, acusando al presidente Donald Trump de haber ordenado la movilización sin la debida consulta con las autoridades estatales. Trump respondió con dureza en su red social Truth Social, calificando a Newsom de “incompetente” y defendiendo a los agentes del ICE como “grandes patriotas” atacados por “una turba descontrolada”.
El conflicto legal se agravó el jueves, cuando el juez federal Charles Breyer falló a favor de Newsom. No obstante, la Casa Blanca apeló la decisión, y el caso se encuentra en revisión por un tribunal superior.

Los militares están siendo entrenados en técnicas de desescalada, control de multitudes y uso proporcional de la fuerza antes de incorporarse plenamente a las tareas de resguardo. No obstante, desde la oficina de Newsom se denunció que esta medida desvía recursos humanos asignados a tareas críticas como el control de incendios o la vigilancia fronteriza, en favor de lo que consideran un “teatro político” del presidente Trump.
Escalada de violencia y ataques contra el ICE
Los disturbios comenzaron hace aproximadamente dos semanas en Paramount, al sur de Los Ángeles, luego de las redadas del ICE. Rápidamente se propagaron hacia otras zonas de la ciudad, provocando enfrentamientos nocturnos con las fuerzas de seguridad. Comercios fueron saqueados y aparecieron grafitis con amenazas directas al presidente, lo que llevó al Servicio Secreto a abrir una investigación.

Este nuevo despliegue, el segundo de estas características en menos de un mes, refleja la creciente tensión entre el gobierno federal y las autoridades de California en torno a la política migratoria, la seguridad interior y la autonomía estatal en materia de orden público.
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