En el marco del inicio del período de sesiones del Comité Especial de Descolonización de la ONU (C-24), el canciller de Argentina encabezó la delegación nacional y reafirmó el reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. Ante los miembros del comité, el ministro reiteró que estos territorios son parte del territorio nacional argentino y reafirmó la plena disposición de Buenos Aires para retomar negociaciones bilaterales con Reino Unido conforme a la resolución 2065 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Durante su intervención, el canciller estuvo acompañado por representantes de los tres poderes del Estado, entre ellos la vicegobernadora de Tierra del Fuego, legisladores nacionales y provinciales, diplomáticos de alto rango y la secretaria de Malvinas, Paula Dicchiaro. “La cuestión Malvinas trasciende a los gobiernos. Es una política de Estado y una causa nacional”, enfatizó. En su discurso, denunció que la ocupación británica fue un acto de fuerza que implicó la expulsión de autoridades y población argentinas, por lo que no puede considerarse un proceso legítimo de descolonización.
Uno de los puntos centrales del discurso fue la crítica al uso del principio de libre determinación por parte del Reino Unido para bloquear el diálogo bilateral. “Ese principio no es aplicable a la cuestión Malvinas. No existe allí un pueblo colonizado con derecho a decidir su estatus internacional. Lo que existe es una población implantada por la potencia ocupante tras 1833”, declaró el canciller. La presencia militar británica en las islas —estimada en unos 1.200 efectivos— también fue señalada como incompatible con el carácter del Atlántico Sur como zona de paz, conforme a las resoluciones de la ONU.

En este contexto, el canciller alertó sobre decisiones unilaterales del Reino Unido que violan directamente la resolución 3149 de la Asamblea General, como la exploración de hidrocarburos, la pesca sin consentimiento argentino y el otorgamiento de licencias ilegítimas. “Estas acciones afectan el equilibrio ecológico del Atlántico Sur y perpetúan una lógica colonial que este Comité ha intentado superar durante décadas”, expresó.
El presidente de Argentina y un giro discursivo con implicancias internacionales
El discurso argentino se da en un momento político delicado. Tal como expuso Escenario Mundial, si bien el gobierno nacional reafirma el reclamo de soberanía, declaraciones recientes del presidente Javier Milei introdujeron elementos discursivos que contradicen la postura tradicional. En abril, Milei sugirió que los isleños podrían “votar con los pies” para ser parte de Argentina, en lo que fue interpretado como una validación indirecta del principio de autodeterminación. Además, el Ejecutivo ha evitado condenar los ejercicios militares británicos y ha mantenido encuentros diplomáticos con Reino Unido sin mencionar el estatus colonial del archipiélago.

Reino Unido refuerza su estrategia diplomática con Malvinas en la ONU
En contraste, el Reino Unido reforzó su estrategia diplomática con la presencia en Nueva York de los legisladores isleños Pete Biggs y Mark Pollard, quienes declararon que buscan “reafirmar el derecho a la autodeterminación” de la comunidad kelper. Argentina, por su parte, aprovechó este foro clave para reiterar su voluntad de diálogo y solicitó una vez más al Secretario General de la ONU el ejercicio de sus buenos oficios para facilitar una solución pacífica. Como concluyó el canciller, aceptar que una ocupación prolongada genera derechos soberanos “equivaldría a legitimar una situación colonial abiertamente contraria al derecho internacional”.
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