Camboya y China iniciaron esta semana una nueva edición del ejercicio militar conjunto Dragón Dorado, el mayor desde que comenzaron estos entrenamientos bilaterales en 2016.
Esta serie de ejercicios refleja el creciente acercamiento entre Phnom Penh y Pekín, en un contexto regional marcado por la competencia geopolítica entre China y Estados Unidos. Mientras se profundiza la cooperación militar con China, Camboya suspendió en años recientes sus ejercicios con las fuerzas estadounidenses, pero no obstante, en los últimos meses, las autoridades camboyanas manifestaron su interés en reanudar el diálogo con Washington, tras una serie de visitas de altos funcionarios militares y civiles estadounidenses al país.
Cooperación estratégica y creciente presencia de China en Ream
La alianza entre Camboya y China se ha consolidado como una de las más estrechas en el Sudeste Asiático, siendo Pekín el principal socio económico y benefactor de Phnom Penh, con inversiones que han dinamizado el crecimiento camboyano en sectores como infraestructura, energía y defensa.
Uno de los focos más sensibles de esta cooperación es la Base Naval de Ream, ubicada en el sur de Camboya, donde la expansión de estas instalaciones, financiada en parte por China, ha despertado preocupación internacional sobre su posible uso como enclave naval chino en el Golfo de Tailandia. Pese a las reiteradas negativas por parte de Phnom Penh, analistas occidentales señalan que la infraestructura podría ofrecer ventajas estratégicas a la Armada del Ejército Popular de Liberación.
El gobierno camboyano ha subrayado que la base está abierta a embarcaciones de todas las naciones amigas bajo condiciones específicas, siendo por ello que, en las últimas semanas, buques de guerra de Japón y Vietnam han atracado en Ream, al igual que un buque chino que llegó este lunes para participar en los ejercicios Dragón Dorado.
Tecnología militar y diplomacia de defensa en expansión
El ejercicio de este año introduce nuevas capacidades tecnológicas, incluyendo drones de reconocimiento y ataque, robots quirúrgicos y perros robot, en línea con el interés de China por posicionarse como proveedor clave de equipamiento militar de nueva generación en la región.
El despliegue del Dragón Dorado 2025 no solo apunta a reforzar las capacidades operativas de las Fuerzas Armadas camboyanas, sino que también consolida la arquitectura de defensa bilateral promovida por China en el Sudeste Asiático. Para Phnom Penh, representa una oportunidad de ampliar su margen estratégico mientras navega el equilibrio entre la cooperación con Occidente y su creciente alineamiento con Pekín.
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