La empresa china Hesai, líder mundial en la producción de sensores láser para vehículos eléctricos, anuncio que demandará al Gobierno de Estados Unidos después de ser reincorporada a la lista negra del Pentágono. Esta lista incluye a empresas chinas acusadas de tener vínculos con el Ejército Popular de Liberación (EPL), aunque Hesai negó cualquier relación con el Ejército chino.
En este sentido, David Li, cofundador y director ejecutivo de Hesai, declaró al Financial Times que la empresa planea impugnar la decisión en los tribunales, señalando que “no somos una empresa militar… Operamos de forma independiente, sin control gubernamental ni intervención militar”. La inclusión de Hesai en la lista negra en enero de 2024, seguida de su eliminación y posterior reincorporación, causo impactos directos en la reputación de la empresa y una caída drástica en el valor de sus acciones.
Una campaña más amplia del Pentágono para limitar a China
Esta acción forma parte de una campaña más amplia por parte de Estados Unidos para limitar el acceso del gigante asiático a tecnología avanzada, especialmente en sectores que podrían representar una amenaza a la seguridad nacional. Washington adoptó medidas más estrictas sobre las empresas chinas que, según sus sospechas, podrían estar apoyando el programa de fusión militar-civil del país asiático.
Sin embargo, el caso de Hesai no es aislado. Otras empresas tecnológicas chinas, como DJI, el mayor fabricante de drones del mundo, y Advanced Micro-Fabrication Equipment, iniciaron demandas contra el Pentágono, argumentando que las acusaciones sobre sus supuestos vínculos con el Ejército chino carecen de fundamento.
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