El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, manifestó el apoyo de su país a China ante una eventual confrontación por Taiwán. Las declaraciones del funcionario de Vladimir Putin se conocen mientras el Ejército Popular de Liberación realiza ejercicios militares que representan un bloqueo de la isla.

En un reportaje para la agencia estatal de noticias rusa Tass, Lavrov advirtió: “En cuanto a un posible escalamiento en el Estrecho de Taiwán, el procedimiento para actuar en estas situaciones ya está marcado”. “Uno de los principios básicos”, sostuvo, es “el apoyo mutuo para defender la unidad nacional y la integridad territorial”. Hay que recordar que Taiwán separó su destino de la China continental en 1949, cuando los nacionalistas derrotados por Mao en la guerra civil china se refugiaron en esta isla y fundaron la República de China, que Pekín ve como una provincia rebelde cuyo destino es la reinserción al territorio nacional.
A pesar de autogobernarse democráticamente y proclamar su independencia, Taiwán es reconocido como un país por pocos actores de la escena internacional. Estados Unidos, su principal aliado militar y económico, mantiene la ambigüedad tanto acerca del estatus político del territorio como de su respuesta ante una eventual invasión china. En este sentido, Lavrov sostuvo que “Taiwán es actualmente utilizado como un instrumento para la disuasión militar-estratégica contra la República Popular China. También existen intereses consolidados: algunos en Occidente gustan aprovecharse del dinero y la tecnología taiwanesa”.
Las palabras de Lavrov se conocen mientras unidades terrestres, navales, aéreas y de la fuerza de cohetes del Ejército Popular de Liberación se proyectan en una vasta zona alrededor de Taiwán para un ejercicio militar llamado “Misión Justicia 2025”. El despliegue conlleva un anuncio de cierre del espacio aéreo y marítimo en cinco zonas alrededor de los ejercicios, entre las 8 y las 18 del martes. Además, la administración de seguridad marítima de China añadió advertencias para la navegación en dos zonas al oeste y el norte de la isla.

Una observación aérea de las cinco zonas muestra el cerco que el EPL chino va a ejercer sobre Taiwán, sirviendo como un simulacro para la pesadilla de Taipéi, que lleva décadas preparándose para una invasión.
Rusia apoya a China contra Taiwán e inquieta a Japón
Las declaraciones de Lavrov vienen a poner en palabras lo que los rusos ya demostraron en los hechos con numerosos ejercicios militares conjuntos con el Ejército Popular de Liberación en la zona. El último de ellos, este mes de diciembre, tuvo como aparente objetivo intimidar a Japón, que se halla en una disputa diplomática con China desde que la primera ministra, Sanae Takaichi, manifestó en octubre que una invasión sobre Taiwán podría motivar la intervención de las fuerzas armadas del archipiélago.
En ese momento, el Ministerio de Defensa de Japón advirtió que dos bombarderos rusos Tu-95, con capacidad nuclear, y dos bombarderos chinos H-6 condujeron un patrullaje conjunto que comenzó en el Mar de Japón y se trasladó al Mar de China Oriental para luego volar hacia el Pacífico occidental a través del Estrecho de Miyako. Desde allí, las aeronaves continuaron hacia la isla Shikoku antes de regresar, con lo que trazaron simbólicamente un anillo alrededor de Japón, siempre manteniéndose en el espacio aéreo internacional.

Lavrov incluso se refirió a la situación entre las naciones asiáticas, al afirmar que “el liderazgo de Japón está buscando acelerar la militarización del país”. “El efecto contrapuesto de este enfoque con la estabilidad regional es obvio. Nuestros vecinos japoneses deberían haber sopesado todo correctamente antes de tomar decisiones apresuradas”, advirtió.
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