Líderes y organizaciones transnacionales de Europa lanzaron una comisión investigativa que deberá revisar los daños causados por Rusia en Ucrania. El fin de la nueva entidad será calcular las reparaciones que serán reclamadas ante Moscú al final de la guerra, un objetivo que aún no se concreta pero parece más cercano con la profundización de las negociaciones diplomáticas.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, está en La Haya para participar, junto a docenas de líderes y figuras de alto perfil europeo, de una conferencia de un día en la ciudad neerlandesa. El encuentro fue organizado por el gobierno de Países Bajos y también el Consejo Europeo, la institución de la Unión Europea encargada de articular la estrategia política del bloque continental.
“El objetivo es validar reclamos que finalmente puedan ser pagados por Rusia“, sostuvo el ministro de Asuntos Exteriores neerlandés, David Van Weel, quien fue claro sobre la responsabilidad de Moscú a la hora de afrontar los miles de millones de euros que se esperan en reparaciones por daños y posibles crímenes de guerra: “Realmente va a tener que ser pagado por Rusia, esta comisión no ofrece garantías por los daños”.
El punto del financiamiento de los eventuales reclamos que puedan realizarse está en el centro del debate por el fin de la guerra. Mientras la conducción de la Unión Europea y los líderes de países como Francia, Alemania y Reino Unido pugnan por utilizar los € 210 mil millones en activos rusos congelados en bancos del continente, Moscú calificó dicha decisión como contraria al derecho. Países como Bélgica, donde está ubicado el Eurobank en que los fondos están alojados, se oponen a esta medida, lo que lleva a negociaciones al interior de la Unión Europea que todavía no están saldadas.

Pero estas discusiones quedan postergadas al futuro incierto mientras no se llega a un acuerdo que permita poner fin a la guerra en Ucrania. La sede actual de las conversaciones es Berlín, la capital de Alemania, donde una delegación estadounidense, una ucraniana y otra europea buscan llevar al papel las concesiones posibles que sean aceptadas por Rusia. El punto más sensible, coinciden todas las partes, sigue siendo la cesión de territorio conquistado durante el conflicto.
Las negociaciones de paz para poner fin a la guerra continúan en Europa
Las conversaciones en Berlín, lideradas por los enviados de Trump, Steve Witkoff y Jared Kushner, se sumarían a una serie de rondas previas con Kiev y con líderes europeos para refinar un borrador de paz que, según Washington, ya estaría “resuelto en un 90%”. Pero el punto más sensible, como se mencionó, sigue siendo el territorio. Ucrania ha reiterado que no está dispuesta a ceder tierras a Rusia, mientras que los funcionarios estadounidenses admiten que los “temas de larga data” sobre fronteras deberán ser negociados directamente entre Kiev y Moscú.
Un grupo de trabajo habría elaborado ya un documento de tres páginas sobre alternativas posibles, que el presidente Volodímir Zelenski analizará con su equipo antes de que Washington traslade propuestas a los rusos. En paralelo, Estados Unidos planea que los grupos técnicos sigan trabajando en territorio norteamericano —con Miami como una de las sedes posibles— mientras Trump mantiene contacto directo con los negociadores y prevé intervenir en nuevas instancias multilaterales.

Para Zelenski, cualquier acuerdo que incluya concesiones territoriales es políticamente inviable, sobre todo después de casi cuatro años de guerra. Mientras tanto, los funcionarios estadounidenses insisten en que la decisión final sobre territorio será “entre las partes”. Europa, por su parte, observa el proceso con una mezcla de cautela y pragmatismo.
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