El Ministerio de Defensa de Japón anunció que el portaaviones de China que estuvo envuelto en un tenso episodio entre aeronaves de los dos países el pasado 6 de diciembre ya abandonó la cercanía con las aguas territoriales del archipiélago. Se trata del Liaoning, la primera embarcación de este tipo en ser construida íntegramente en la potencia asiática y el segundo con el que Pekín contó en su arsenal, que actualmente suma tres portaaviones.
Durante una semana, el Liaoning realizó maniobras de entrenamiento en el Mar de China del Este, más específicamente cerca de la prefectura de Okinawa, la más austral de Japón. Como ya contó Escenario Mundial, la nave es utilizada por Pekín como una manera de proyectar la presencia de su Armada, la más grande en número de cascos del mundo. Luego de que un buque cisterna pudiera recargarle combustible al principio de la semana, se reportó que el portaaviones podía permanecer hasta un mes en el área, aunque finalmente decidió abandonarla, no sin antes haber profundizado la actual tensión diplomática entre los dos estados.

El pasado 6 de diciembre, cazas J-17 de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación procedentes de su cubierta fijaron sus radares sobre aviones F-17 de la Fuerza Aérea de Autodefensa nipona que monitoreaban los movimientos del portaaviones, en lo que fue considerado un episodio “lamentable” por la primera ministra Sanae Takaichi. La cabeza del gobierno japonés sostuvo que “estas iluminaciones de radar son un acto peligroso que fue más allá de lo necesario para el vuelo seguro de la aeronave”.
Estados Unidos, entre China y Japón por la tensión con Taiwán
Aunque fuentes oficiales evitaron precisar detalles sobre aquel encuentro, como la respuesta de las aeronaves iluminadas, el cruce generó comunicaciones entre los ministros de Defensa de Japón y Estados Unidos para reforzar la defensa de la alianza de posguerra.
“Los ministros expresaron serias preocupaciones sobre cualquier acción que aumente las tensiones regionales, ya que las acciones de China no conducen a la paz regional y la estabilidad”, sostuvo el comunicado emitido por el Ministerio de Defensa Japonés, que los titulares de las respectivas carteras, Shinjiro Koizumi y Pete Hegseth “reafirmaron la importancia de la alianza EE.UU. – Japón y dieron por sentado su compromiso para disuadir la agresión en Asia-Pacífico”. La administración Trump salió a mostrar su respaldo luego de que el Financial Times reportara malestar en Tokio por lo que consideraron una falta de apoyo contundente de Washington, en un momento donde Trump busca mantener sus acuerdos comerciales con China.
Además, el 10 de diciembre Estados Unidos y Japón realizaron un ejercicio aéreo conjunto sobre el mar de Japón con bombarderos estratégicos B-52H y cazas japoneses F-15J y F-35A. Las maniobras surgen como una demostración explícita de disuasión frente al aumento de las tensiones con Chinay rusia en el Pacífico occidental.
Finalmente, la partida del portaaviones Liaoning de su zona de entrenamientos parece haber puesto fin a este episodio, que se enmarca en una tensión de ya más de un mes por los comentarios que Sanae Takaichi hizo sobre una potencial invasión de China a Taiwán, al decir que dicha eventualidad podría generar la intervención de las Fuerzas de Autodefensa del país por considerarla una amenaza existencial.
Hay que recordar que, luego de la llamada entre Donald Trump y el jefe de estado chino, Xi Jinping, a fines de noviembre, la agencia china de noticias Xinhua sostuvo que “Xi expuso la postura de principio de China sobre la cuestión de Taiwán, y subrayó que el retorno de Taiwán a China es parte integrante del orden internacional de la posguerra”.

Además, la misma fuente informó que Trump habría sostenido que “China fue una parte importante de la victoria en la Segunda Guerra Mundial” y subrayado que “Estados Unidos entiende lo importante que es la cuestión de Taiwán para China“. Después de este contacto, según reportó la agencia Reuters, Trump habría llamado a Takaichi para pedirle que moderara sus palabras sobre la situación de la isla, algo que de todas maneras no destrabó el conflicto diplomático entre los dos estados.
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