- Las negociaciones entre los países en conflicto, intermediadas por Estados Unidos, están estancadas alrededor de la cesión de territorios.
- Se prevén nuevas reuniones en Alemania con participación norteamericana para poder llegar a una propuesta aceptable para Ucrania.
- Mientras tanto, se discute la posibilidad de imponer nuevas sanciones sobre Rusia.
La guerra entre Rusia y Ucrania se acerca a su cuarto aniversario sin una resolución diplomática a partir de las negociaciones emprendidas con la intermediación de Estados Unidos. Con este escenario, el conflicto sigue activo mientras pende la amenaza de más sanciones sobre el régimen de Vladimir Putin.

La actual posición en el campo de batalla -y por ende, en las negociaciones-, parece favorecer a Moscú, según reconoció el mismo Donald Trump en una entrevista emitida a comienzos de la semana con la periodista Dasha Burns: “Doy un gran crédito al pueblo y el Ejército de Ucrania por su valentía y por la lucha y todo eso, pero en algún punto el tamaño vence, generalmente. Es un tamaño masivo, cuando se mira a las cifras. Son una locura”.
Este contexto aumenta la presión norteamericana por lograr un acuerdo que ponga fin a la guerra. Así lo admitió el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien luego de reunirse con líderes europeos al principio de la semana dijo que “el ánimo de los americanos es llegar a un acuerdo”, algo que se dificultaba por “asuntos complejos ligados al territorio”, un área en la que “todavía no se llegó a un acuerdo”.
Hay que recordar que la única propuesta filtrada desde la Casa Blanca para concluir el conflicto proponía la cesión total a Rusia del Donbás, la región oriental de Ucrania donde el conflicto empezó en 2014 con una guerra civil desatada por facciones aliadas a Moscú. Además, el acuerdo que pareció impulsar la administración Trump también planteó el reconocimiento de la autoridad rusa “de facto” en la Península de Crimea, anexada por Rusia en 2014 bajo un referéndum que por el momento no es reconocido por la comunidad internacional. Esta propuesta también incluye que las nuevas fronteras en las regiones de Jersón y Zaporizhia se trazarán congelando la actual línea de combate. En retribución, el punto 21 del programa estableció que “Rusia va a renunciar a otros territorios que controla por fuera de las cinco regiones”.

El avance de las negociaciones se hará este fin de semana en Berlín, según acordó Donald Trump en una llamada con el presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro británico Keir Starmer y el canciller alemán Friedrich Merz. “Hicimos la sugerencia de que nosotros, junto con la administración estadounidense, deberíamos finalizar las discusiones sobre los documentos”, explicó el jefe del gobierno alemán, en un encuentro que podría dar una perspectiva sobre las concesiones que Ucrania está dispuesta a realizar.
¿Serviría ampliar las sanciones sobre Rusia para ponerle fin a la guerra en Ucrania?
Una de las estrategias iniciales para poner fin a la guerra, las sanciones económicas a Rusia, son reclamadas nuevamente por expertos, que advierten que este es el momento de golpear la maquinaria de financiamiento con que Moscú sustenta la guerra en Ucrania.
Así lo defendió Alexander Gabuev, quien trabajó por años en el medio ruso Kommersant y encabeza el Carnegie Russia Eurasia Center en Berlín. Según el especialista, las arcas de Rusia solo pueden sustentar el conflicto por cerca de un año y medio más, lo que abre una ventana de oportunidad para debilitar esta situación: “Nuevas sanciones podrían acordar este período. Además de Rosneft y Lukoil, Rusia también tiene otros productores de petróleo y materias primas más pequeños, que aún no han sido sancionados”.

La situación actual, donde sólo las principales compañías rusas han sido sancionadas, no parece compelir a Moscú a buscar un fin a la guerra: “Por eso el Kremlin cree que todavía tiene tiempo de estirar las negociaciones aún más. Y Putin continúa a insistir en demandas de difícil concreción que debería abandonar”.
Al otro lado de esta decisión de seguir adelante con el conflicto podría estar también un apoyo mayoritario de la sociedad rusa a la guerra en Ucrania. Así lo planteó el jefe del Servicio Federal de Inteligencia alemán (BND), Bruno Kahl, quien aseguró que la mayoría de la población de Rusia respalda el conflicto de Vladímir Putin. En el país euroasiático, aseguró, predomina la idea de que “la guerra y, por así decirlo, la liquidación de este régimen injusto en Ucrania son dignas de honor y gloria para Rusia”. Con este escenario, más sanciones occidentales podrían lograr el efecto contrario al buscado, y generar un mayor apoyo social al presidente de Rusia.
Te puede interesar: ¿Estados Unidos está listo para una guerra simultánea contra China, Rusia, Corea del Norte e Irán?












