La histórica sociedad en Defensa de Estados Unidos y Australia se profundiza, lo que transforma a Canberra en la última frontera de Washington D.C. contra China. En este sentido, mejoras conjuntas en infraestructura, producción de armamento e incluso minería de tierras raras muestran que las estrategias de los dos países, más que alinearse, se funden.

Así lo dio a entender el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, en la última reunión anual de la Australia-United States Ministerial Consultations (AUSMIN), realizada en Washington D.C.: “Cuánto más fuertes seamos más vamos a poder disuadir el tipo de conflictos que ninguno de nosotros quiere ver”.
Previamente, el secretario de Estado, Marco Rubio, hizo una referencia a la histórica sociedad en Defensa entre Estados Unidos y Australia, país que, recordó, “es nuestro único aliado que ha peleado con nosotros en cada guerra” de las últimas décadas. Ahora, también, esta sociedad trabaja con una una hipótesis de conflicto por venir: China.
Se profundiza la sociedad entre Estados Unidos y Australia para contrarrestar a China
La profundización del vínculo entre Estados Unidos y Australia se canaliza a través de AUKUS, la alianza en Defensa que también suma a Reino Unido, establecida en 2021, con la que el presidente Donald Trump anunció que continuará “a todo vapor”.
En la última AUSMIN, el secretario Hegseth listó una serie de iniciativas que van en el sentido de fortalecer la alianza: mejoras a bases australianas para garantizar una mayor rotación de bombarderos estadounidenses; co-producción de armas guiadas, misiles de precisión y sistemas hipersónicos; mejoras en la cooperación para la producción de torpedos Mark 54 y la integración de cadenas de suministros en tierras raras y minerales críticos. “Estas son maneras prácticas y realistas en las que nuestros dos países pueden juntarse para asegurar que proveamos paz a través de la fuerza”, subrayó el funcionario.

El segundo pilar de Aukus, el plan de Defensa más importante en la historia de Australia, contempla la renovación de la flota de submarinos del país oceánico. El programa se proyecta a 30 años, con una inversión de U$D 239 mil millones que prevé la compra a los Estados Unidos de tres submarinos de clase Virginia y el diseño a futuro de un modelo británico que usará tecnología de los tres países.
El trato económico que sustenta la alianza entre Estados Unidos y Australia
Aunque la alianza entre Estados Unidos y Australia está signada por la necesidad de marcar una frontera física con China, Washington D.C. también tiene otro interés en su aliado regional: las tierras raras y minerales críticos.
La visita del primer ministro australiano Anthony Albanese a la Casa Blanca en octubre terminó con el compromiso de una inversión conjunta por más de U$D 2 mil millones en proyectos asociados a la extracción de este tipo de componentes, vitales para tecnologías del espectro civil y militar. De esta manera, la inversión total de Estados Unidos en el sector alcanzará más de U$D 3 mil millones, mientras que el Pentágono anunció que va a financiar una mina de galio en Australia Occidental. En paralelo, el Export-Import Bank de Estados Unidos también emitió comunicados expresando su intención de proveer hasta U$D 2.2 mil millones en financiamiento.

El proyecto fue llamado por oficiales norteamericanos “un modelo para la cooperación global en las cadenas de suministros”. Detrás está también el esfuerzo por desafiar a China en un sector clave: cerca del 70% de la producción de estos materiales se centraliza en la potencia asiática, que a la vez domina el 90% de su procesamiento.
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