- Dos tercios de los canadienses apoyarían enviar tropas a países como Polonia si Rusia invade.
- Solo un 16% se opone, y el apoyo es mayor entre hombres y jóvenes.
- La mayoría respalda reforzar a las Fuerzas Armadas con equipamiento militar que se fabrique en Canadá.
La última encuesta de Postmedia–Leger muestra una foto bastante clara –y algo contradictoria– de la opinión pública canadiense frente a la guerra y la defensa: la mayoría respalda desplegar tropas si Rusia ataca a un aliado. No obstante, casi nadie quiere pagar más impuestos para sostener ese esfuerzo.

Según el sondeo, alrededor de dos tercios de los canadienses apoyarían el envío de tropas a países como Polonia en caso de una invasión rusa. Solo un 16% se opone frontalmente al despliegue. Entre los hombres, el apoyo trepa al 76%, mientras que entre las mujeres baja al 56%, marcando una brecha de género clara que el encuestador vincula con una histórica mayor inclinación femenina hacia posiciones asociadas a la paz y el rechazo al conflicto armado. Por edades, el respaldo cae al 58% entre los 35 y 54 años –grupo más probable de tener hijos– y ronda el 61% entre los jóvenes de 18 a 34.
Imagen de las Fuerzas Armadas y el debate sobre diversidad
La encuesta también midió percepciones sobre las Fuerzas Armadas Canadienses (CAF), donde el 57% tiene una imagen positiva de las CAF (62% de los hombres, 53% de las mujeres), mientras que el 37% considera que las Fuerzas ponen “demasiado énfasis” en agenda de diversidad, equidad e inclusión (DEI); este porcentaje sube entre votantes conservadores (62%), hombres (45%) y quienes tienen opinión negativa de las CAF (58%).

Pese a las críticas, la mitad de los encuestados (51%) confía en que el Gobierno alcanzará los nuevos objetivos de reclutamiento (6.500 efectivos regulares y 75.000 reservistas). El optimismo es mayor entre quienes ya tienen una imagen positiva de las Fuerzas y entre votantes liberales. También recibe buena aceptación la idea de incentivar que funcionarios públicos se sumen como reservistas a tiempo parcial: 55% la considera una buena idea (61% de los hombres, 66% de quienes ven positivamente a las CAF).
Pero cuando la pregunta pasa de “qué hacer” a “quién paga”, el apoyo se desploma. Solo 27% aceptaría subir el impuesto al consumo (GST) para financiar un ejército más fuerte, y apenas 25% apoyaría elevar la edad jubilatoria de 65 a 68 años con ese fin. Un 21% avala aumentar el impuesto a las ganancias en un 5% para reforzar la defensa. En palabras del encuestador, existe un “apoyo general al rearme del ejército, pero casi ningún interés en generar nuevos ingresos” para sostenerlo.
Equipamiento: dudas sobre los F-35 y preferencia por producción nacional
En materia de equipamiento, el sondeo refleja una opinión fragmentada. El 20% cree que Canadá debería seguir adelante con la compra de cazas furtivos F-35 estadounidenses, mientras que el 30% preferiría adquirir aviones no estadounidenses. Por el contrario, un 18% optaría por una flota mixta.
La larga polémica política y mediática en torno a los F-35 parece haber dejado una ciudadanía dividida y algo fatigada, ya que cualquier decisión generaría quejas, pero probablemente de corta duración. En paralelo, la mitad de los encuestados (50%) sostiene que el Gobierno debe priorizar equipamiento que pueda fabricarse en Canadá por trabajadores canadienses, mientras que 29% prefiere concentrarse en “el mejor y más rentable” material, sin importar el origen.
Asimismo, la encuesta sugiere que, frente a la hipótesis de una escalada rusa más allá de Ucrania, la sociedad canadiense se muestra dispuesta a apoyar militarmente a los aliados de la OTAN, pero con reservas sobre el costo fiscal y con un fuerte deseo de que la inversión en defensa se traduzca también en empleo y desarrollo industrial doméstico.
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