Venezuela anunció la revocación de los permisos de operación de seis aerolíneas internacionales tras la suspensión de sus vuelos al país, una reacción directa a una advertencia emitida por la Fuerza Aérea de Estados Unidos sobre la peligrosidad del espacio aéreo venezolano. El Gobierno de Caracas calificó la medida de las compañías como una sumisión a lo que considera presiones políticas de Washington, y decidió quitarles la licencia de vuelo.

De acuerdo a la autoridad aérea venezolana, las empresas afectadas -entre ellas de España, Portugal, Brasil, Colombia y Turquía- actuaron en complicidad con lo que Caracas calificó de “acciones de terrorismo de Estado promovidas por el gobierno de Estados Unidos”. Mientras que desde el lado de las compañías, la suspensión de operaciones respondió a una advertencia de la Fuerza Aéreas de Estados Unidos sobre el riesgo en el espacio aéreo venezolano debido al deterioro de la seguridad y un aumento de actividad militar. Una fuente oficial de la industria en Venezuela señaló que la decisión se produjo entre el 24 y 28 de noviembre, en un contexto de incertidumbre generalizada.
Para Venezuela, la revocación de permisos a aerolíneas representa un mecanismo de defensa simbólica y real que apunta a aislar parcialmente al país de rutas internacionales, presionar a quienes considera colaboracionistas y subordinados a Estados Unidos, y reafirmar su soberanía ante lo que ve como un intento de intervención encubierta. La medida además envía un mensaje a otras empresas del sector de mantenerse alejadas podría tener consecuencias permanentes.
Lo cierto es que la decisión de la administración de Maduro no estuvo exenta de críticas. El ministro de Asuntos Exteriores de Portugal calificó la medida de “desproporcionada”, cuestionando la validez de penalizar a empresas que actuaron por razones de seguridad, no por voluntad política. Iberia, por su parte, anunció que evaluará regresar a operar hacia Venezuela tan pronto como las condiciones lo permitan. Avianca comunicó que planea reprogramar sus vuelos cancelados más adelante.

En este sentido, el momento elegido para esta ofensiva contra aerolíneas internacionales no es casual. Desde que la administración de Trump intensificó su cruzada contra lo que llama “narcoterrorismo” en el Caribe, Estados Unidos desplegó un fuerte aparato militar en aguas cercanas a Venezuela, multiplicado los ataques contra buques que considera sospechosos de narcotráfico, y elevado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura del presidente venezolano o de altos funcionarios.
Te puede interesar: Maduro moviliza a la milicia mientras miles de personas se manifiestan en Venezuela contra las medidas de EE.UU.













