El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Francia, general Fabien Mandon, instó a los alcaldes del país a comenzar a “preparar a la población” ante la posibilidad de futuros conflictos, advirtiendo que Francia debe estar lista para “detener a Moscú” y asumir “sacrificios nacionales”, incluso la pérdida de vidas jóvenes. Sus declaraciones, realizadas el 18 de noviembre durante un encuentro con autoridades locales, despertaron fuertes reacciones políticas en todo el espectro francés.

Durante su discurso, Mandon sostuvo que Francia dispone de los recursos económicos y demográficos necesarios para disuadir a Rusia, pero carece de la “fortaleza espiritual” para aceptar las consecuencias de una guerra moderna. “Si nuestro país no está preparado para perder a sus hijos o sufrir económicamente porque las prioridades se desplacen hacia la producción de defensa, entonces corremos riesgos”, enfatizó el general. El jefe militar enmarcó su advertencia en un contexto internacional volátil como la retirada gradual de Estados Unidos del continente europeo, el ascenso de China, la expansión del terrorismo en África, las tensiones en Medio Oriente y la guerra de Rusia contra Ucrania. Según sus palabras, todos estos factores incrementan la probabilidad de un conflicto que involucre directamente a Francia y a la OTAN.
Posibles frentes de conflicto y reacciones domésticas
Mandon citó estimaciones del Pentágono que prevén una posible invasión china de Taiwán hacia 2027, lo que podría desencadenar un enfrentamiento directo entre Washington y Pekín. En Europa, advirtió que Rusia no se detendría en Ucrania y que se prepara “para una confrontación con los países de la OTAN hacia 2030”. Ante ese panorama, el general llamó a los alcaldes franceses a integrar la presencia militar en la vida cotidiana: desde facilitar viviendas y cupos escolares para el personal desplegado, hasta permitir maniobras militares a gran escala dentro de sus municipios. “El Ejército necesita espacio. Les pido que vean estas acciones de forma positiva: contamos con una red que puede ayudarlos a prepararse”, subrayó Mandon.

No obstante, las palabras del general generaron inmediatas internas. Desde la izquierda, Jean-Luc Mélenchon, líder de La France Insoumise, calificó el discurso como una intromisión indebida en decisiones que corresponden al poder civil. “No es su función invitar a los alcaldes a preparar la guerra. Nadie ha decidido eso: ni el presidente, ni el gobierno, ni el Parlamento”, sostuvo. De manera similar, el vicepresidente del partido ultraderechista Rassemblement National (RN), Sébastien Chenu, acusó al jefe militar de “alarmismo” y de “asustar a la población” con mensajes que “no reflejan la política oficial de Francia”. “El jefe del Estado Mayor no tiene legitimidad para alarmar a los franceses con declaraciones que no corresponden a la línea del país”, afirmó.
Pese a las críticas, las palabras de Mandon reflejan una preocupación que el propio presidente Emmanuel Macron había manifestado meses atrás, cuando pidió preparar a la nación para escenarios de alta tensión internacional. En esa ocasión, también fue acusado por la oposición de “infundir miedo” en la opinión pública. Las declaraciones del general reabren así el debate sobre el rol de la defensa en la sociedad francesa y la necesidad de una conciencia estratégica colectiva frente a un entorno global en rápida militarización.
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