Rusia reasumió el patrullaje en el sur de Siria, que había interrumpido tras la caída de Bashar Al-Assad, a pedido del nuevo gobierno, con el fin de contener el avance de Israel en esta región donde se ubican los disputados Altos del Golán.

La noticia fue justamente reportada en la televisión israelí, que citó un informe de Syria TV donde se contaba la llegada de efectivos y al menos 15 piezas de equipamiento militar a la provincia sureña de Quneitra, fronteriza con Israel. El contingente ruso estaría en la zona de amortiguamiento en los Altos de Golán, manejada por las Naciones Unidas desde 1973, donde Israel reforzó sus posiciones luego de la caída del mencionado Bashar Al-Assad.
La fuente periodística informó que este movimiento probablemente responda a un acuerdo de seguridad entre el nuevo gobierno sirio, encabezado por Ahmed al Sharaa, y el de Vladimir Putin en Rusia. Hay que recordar que al Sharaa también acaba de regresar de Washington D.C., donde se reunió con el presidente Donald Trump.
La medida buscaría contrarrestar el poderío militar de Israel en la región, y marca el regreso de los efectivos rusos a la zona desde el fin del gobierno de Al Assad, en diciembre de 2024. Sin embargo, la presencia de militares de este país ya había sido reinaugurada en la ciudad de al-Qamishli, al noreste del país, luego de una visita del nuevo ministro de Asuntos Exteriores sirio a Moscú entre el 31 de julio y el 1 de agosto.

La colaboración entre ambos estados solo es posible luego de que el nuevo gobierno sirio respetara la presencia rusa en el país, que se había afianzado en los tiempos de la denominada República Árabe Siria de los Assad. De esta forma, luego del cambio de régimen en Damasco, Rusia mantuvo su centro logístico naval en la provincia de Tartus y las bases aéreas en Khmeimim, en la provincia de Latakia, y en la mencionada al-Qamishli.
El enviado de Trump a Siria pide redefinir los vínculos de este país con Israel y Turquía
El enviado especial estadounidense de Donald Trump en Siria, Tom Barrack, manifestó el pasado jueves 13 la necesidad de “redefinir” las relaciones del país de Oriente Próximo con Turquía e Israel como “siguiente paso” para allanar el camino hacia la paz en la región.
También embajador de Estados Unidos en Turquía, Barrack destacó una importante reunión del secretario de Estado, Marco Rubio, con los ministros de Exteriores turco y sirio, Hakan Fidan y Asaad al Shaibani, respectivamente, durante la cual “se estableció el marco” para sentar las bases de las relaciones diplomáticas a futuro.

En este sentido, reiteró la importancia de “integrar a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en las estructuras económica, militar y cívica de Siria, y redefinir las relaciones de este país con Turquía e Israel“. Con este fin, pidió al Congreso de Estados Unidos retirar de forma definitiva las sanciones impuestas contra Siria, que “ahora ayudará activamente a desmantelar a grupos como Estado Islámico, la Guardia Revolucionaria iraní, Hamás, Hezbolá y otras redes terroristas”. “Siria se erigirá como socio comprometido con el esfuerzo global para lograr la paz”, añadió, según un comunicado difundido a través de redes sociales.
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