Ucrania sumó este lunes uno de los movimientos más relevantes de su agenda energética desde el inicio de la invasión rusa: la apertura de un corredor de gas a través de Grecia, que permitirá al país recibir gas natural licuado (GNL) de origen estadounidense durante el invierno 2025–2026. El acuerdo, firmado entre Naftogaz y la empresa estatal griega DEPA Commercial, establece una ruta completamente nueva que reduce la dependencia de intermediarios europeos y acelera la retirada del gas ruso de los flujos energéticos del continente.

Por primera vez, el GNL estadounidense desembarcará en Grecia, ingresará al corredor vertical Grecia–Bulgaria–Rumania–Moldavia, y desde allí llegará directamente al sistema ucraniano. Naftogaz lo definió como un “puente energético” entre infraestructuras críticas del sudeste europeo y el sistema de transporte de gas de Ucrania. La novedad no es menor, ya que marca el fin de un sistema tradicional donde Kiev dependía del gas reinyectado desde Europa central. Ahora contará con acceso directo a moléculas estadounidenses, un objetivo político de Washington desde 2022.
Una alianza energética que combina urgencia invernal y estrategia a 2030
El acuerdo contempla dos planos. En primer lugar, el suministro inmediato para el invierno 2025–2026, donde Ucrania necesita importar 4.4 bcm (miles de millones de m³) para cubrir una temporada que será crítica tras el derrumbe de su producción interna, afectada por ataques rusos contra instalaciones de extracción y procesamiento. En segundo lugar, un marco de cooperación hasta 2030, que garantiza volúmenes futuros, estabilidad contractual y la consolidación del corredor energético a largo plazo.
“Estamos ampliando de manera sistemática la geografía de nuestras importaciones para asegurar el calor de los hogares ucranianos y fortalecer la seguridad energética regional”, afirmó el CEO de Naftogaz, Sergii Koretskyi. Y es que, efectivamente, el corredor Grecia–Bulgaria–Rumania–Moldavia–Ucrania se integra a la arquitectura energética europea conocida como Vertical Corridor, diseñada para reducir la dependencia del gas ruso, diversificar rutas ante posibles bloqueos políticos y mejorar la resiliencia de los Balcanes y Europa del Este.

Estados Unidos lo celebra como un paso hacia la eliminación de “la última molécula de gas ruso”, según señaló el secretario de Energía Chris Wright en Atenas. Para Washington, consolidar GNL en la región no solo es un negocio energético: es parte de una estrategia para aislar económicamente a Moscú. Además, ocurre en un contexto en el que la infraestructura gasífera ucraniana ha sufrido pérdidas masivas desde enero de 2025. La última ofensiva rusa redujo la producción en casi 60%, generando un impacto directo en el PIB y en la capacidad del país para sostener su demanda invernal.
Para un país cuyo sistema energético es objetivo militar directo de Rusia, la dispersión de rutas no es solo una decisión económica, sino una cuestión de seguridad nacional. Este nuevo acuerdo consolida a Grecia como nodo central del suministro de GNL estadounidense hacia Europa del Este y abre para Ucrania una vía inédita de acceso directo a combustibles no rusos.
Te puede interesar: Zelenski y Macron firman carta de intención para que Francia provea cien cazas Rafale a Ucrania














Y a ese gaseoducto no le podría pasar lo mismo que le ocurrió al Nord Stream …y nunca más se supo ?