Este domingo los chilenos decidieron su futuro en la primera vuelta presidencial, que definirá al próximo presidente de 2026 a 2030. Como anticipaban los sondeos, la candidata oficialista Jeannette Jara se consolidó en el primer lugar y el derechista José Antonio Kast obtuvo su pase al balotaje. Según los datos entregados por el Servicio Electoral de Chile (Servel), la política de izquierdas obtuvo un 26,7% de los votos, frente al 24% del exdiputado ultracatólico. El resultado, más ajustado de lo que proyectaban las encuestas previas a la veda —que situaban a Jara por encima del 30%—, anticipa una segunda vuelta altamente competitiva. El líder que conducirá Chile se definirá el 14 de diciembre.

Jara se impuso en la primera vuelta en buena parte del país, dominando el centro y el extremo sur. Ganó en Coquimbo, Valparaíso, Aysén y Magallanes, además de la Región Metropolitana, que concentra Santiago y el mayor caudal electoral del país. Su desempeño sólido en las zonas urbanas y en el sur profundo refuerza la lectura de una candidatura que logró ordenar al oficialismo y capitalizar el voto progresista.
Kast, en cambio, lideró con claridad en gran parte del sur centro del país, imponiéndose en O’Higgins, Maule, Ñuble, Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. El mapa muestra así un Chile partido en dos: grandes centros urbanos y regiones extremas inclinadas hacia Jara, y el sur productivo, rural y conservador volcado hacia Kast. Un anticipo de la geografía electoral que marcará el balotaje del 14 de diciembre.
En fin, la ganadora de la jornada electoral en Chile fue la comunista Jara, que viene en racha tras consolidarse como líder de la izquierda en la interna del partido, consolidarse en las encuestas y ratificarse en las urnas. Un triplete que puede determinar su techo o nublar el cielo de la elección de la derecha.
El otro ganador de la fecha fue la alta participación. Según el reporte del Gobierno, la actividad de los electorales en los colegios fue alta, generando largas filas y aglomeraciones. Mensaje para la región. Hacer los comicios obligatorios y con una multa, transforma los números. Sin embargo, la obligatoriedad habla por sí sola de la actualidad de la democracia y el desinterés de la actividad política, en el marco de un sufragio presidencial.
La gran sorpresa de la noche fue el ascenso del populista de derecha Franco Parisi, que se quedó con el tercer lugar tras un notable desempeño en las regiones mineras del norte. En contraste, el libertario Johannes Kaiser y la candidata de la derecha tradicional, Evelyn Matthei, emergieron como los principales derrotados de la jornada, incapaces de consolidar un espacio propio en una derecha ya fragmentada.

La elección se dio en un momento en que una nueva generación de votantes podría alterar por completo el tablero político chileno. Para varios analistas, el voto joven es el determinante: es un electorado menos atado a las viejas lealtades partidarias y más orientado a los cambios concretos que esperan ver, lo que podría inclinar la balanza en una contienda marcada por la incertidumbre y la fragmentación.
Víctor Ramos, subsecretario del Interior, afirmó que la jornada electoral “ha transcurrido dentro de los marcos esperados, con completa tranquilidad”. También destacó que, pasado el mediodía, varios centros de votación registraron un alto flujo de electores, reflejando una participación sostenida a lo largo del día.
La derecha de Kast fue fiel a los escenarios que se plantearon en la previa. El segundo, Jara primero, y a arreglar votos en diciembre con los otros dos candidatos de su línea ideológica: Johannes Kaiser y Evelyn Matthei. Con la calculadora en mano, lo lógico sería que los votos que reunieron ambos sean dirigidos hacia Kast.
El candidato del Partido Republicano expresó este domingo su plena confianza en asegurar un lugar en la segunda vuelta. No obstante, dejó claro que, si no lo consigue, respaldará “a cualquier lista” que se enfrente al oficialismo, evitando nombrar directamente a sus principales competidores dentro del propio bloque opositor. Kast abrió el paraguas.
Previo a emitir su voto, en diálogo con Meganoticias, Kaiser aseguró que su apoyo al candidato que enfrente a Jara —la abanderada del oficialismo— “será irrestricto”, dejando en claro que su prioridad es impedir un triunfo de la izquierda.

Por su lado, la candidata del bloque de izquierda, Jara, dijo “Si hay segunda vuelta, vamos a venir a votar de la misma manera” y remarcó: “Para gobernar un país se necesita capacidad de acuerdo”. El resultado de la primera vuelta le dio oxígeno y mostró que su coalición llega más cohesionada al Congreso que una derecha fragmentada, que deberá negociar en un escenario donde —como suele ocurrir en América Latina— pesan tanto las reglas formales del presidencialismo como las dinámicas personales que condicionan la política.
La derecha ya llegó dividida a las urnas; imaginar ese mismo grado de dispersión dentro del Legislativo anticipa un escenario de alta complejidad para cualquier intento de gobernabilidad. De todas formas, si Jara logra consagrarse en la segunda vuelta, este futuro legislativo le sirve.
Ya las legislativas de 2021 dejaron un Congreso extremadamente fragmentado y con fuerzas muy equilibradas. Esa combinación, sumada a la fuerte indisciplina partidaria entre los diputados, redujo al mínimo el margen de maniobra del gobierno de Gabriel Boric para avanzar con sus reformas.
El ganador de las elecciones recientes, tendrá el mismo escenario, pero un detalle importante. Ni Jara, ni Kast, son Boric. Ambos representan una idea más radical a la que planteó Boric en un principio.
Michelle Bachelet, expresidenta de Chile, aprovechó la jornada electoral para subrayar la importancia de la unidad en un momento político decisivo para el país. “Que las personas puedan vivir con mayor bienestar es fundamental”, sostuvo, poniendo el foco en las necesidades cotidianas de la ciudadanía. También remarcó que la cohesión entre las fuerzas democráticas es indispensable para avanzar: “Es muy importante la unidad. Es clave contar con un grupo de personas que creemos en el progreso”.
¿Quiénes son los candidatos que irán al balotaje?
Jeannette Jara, de 51 años, llega a esta elección como la figura que logró ordenar a un oficialismo dividido. Militante comunista desde joven, combina un discurso de derechos sociales con un estilo sobrio, más de gestión que de épica. Su triunfo contundente en las primarias de Unidad por Chile mostró su capacidad de articulación dentro de una coalición amplia que va desde el Partido Socialista hasta la Democracia Cristiana. En las últimas semanas tomó distancia del gobierno de Gabriel Boric, marcando que no representa una continuidad sino “otro ciclo”.
Ante la militancia, Jara llevó un mensaje de gratitud y con tono celebratorio: “Muchas gracias por sus votos y por darnos su confianza. Chile es un país grande y no lo podemos olvidar”. También llamó a resguardar las instituciones, advirtiendo que “la democracia hay que cuidarla y valorarla”, después de lo que le costó al país recuperarla y ante el riesgo que, según ella, vuelve a asomarse en este proceso electoral.
José Antonio Kast, es abogado de 59 años, y vuelve a escena con la insistencia de quien siente que su momento aún no llegó, pero está cerca. Es hijo de un exmiembro de la juventud hitleriana que emigró a Chile después de la Segunda Guerra Mundial. Un peso familiar grande con el que carga Kast. Tras casi dos décadas como diputado y convertido luego en fundador del Partido Republicano, se transformó en la voz más reconocible de la derecha dura chilena: orden, fronteras estrictas, expulsiones inmediatas y valores conservadores como columna vertebral. Kast ya probó el impacto de llegar al balotaje en 2021, cuando cayó frente a Boric, y hoy regresa con un apoyo que se mantiene sólido y disciplinado.
Tras los comicios, Kast llamó a unir a todos los sectores de la derecha y el centro con miras al balotaje, insistiendo en que el país no puede permitirse “la continuidad de un muy mal gobierno”. Su mensaje apuntó directamente a captar los votos de Kaiser, Matthei y Parisi, con la idea de llegar fortalecido a la segunda vuelta frente a Jara.
De cara al balotaje, el escenario parece inclinarse a favor de Kast, que cuenta con la posibilidad de absorber los votos de Matthei, Kaiser y parte del electorado de Parisi. Sin embargo, su margen no es automático ni está garantizado. La derecha chilena demostró que un desliz discursivo o una declaración mal recibida puede impactar de inmediato en las encuestas y espantar a votantes moderados. Sino observemos la elección de Kaiser. Un tropezón será caída para la derecha, y Jara deberá aprovechar, pero planteando sus propuestas, sino también caerá.
Por eso, el reto para Kast será sumar apoyos más allá de su base sin quedar atrapado por los sectores más duros de su coalición, un equilibrio indispensable para conquistar el voto de centro que históricamente define las segundas vueltas en Chile.
Con este abanico de opciones, Chile definirá su futuro el 14 de diciembre, en un eventual balotaje, con un candidato de la extrema derecha y la comunista Jara. Escenario Mundial estará en Santiago de Chile, para registrar el clima social, y seguir los movimientos del próximo presidente chileno.
Te puede interesar: Chile va a las urnas en una elección abierta entre la izquierda y una derecha fragmentada












