Durante los días 9 y 10 de noviembre tuvo lugar la IV cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC). La misma fue celebrada en Santa Marta, Colombia, con la expectativa de consolidarse como el evento multilateral de mayor relevancia para el país como Estado organizador en al menos cinco años.

La cita birregional estuvo marcada, en primer lugar, por las políticas, estrategias y refuerzo militar en el Caribe por parte de Estados Unidos, hecho que generó tensiones entre las delegaciones europeas y latinoamericanas.
Por otro lado, la cumbre también estuvo atravesada por la ausencia de figuras europeas importantes, entre ellas, la presidenta de la Comisión Europea prevista como copresidenta de la cumbre, Ursula von der Leyen, el canciller alemán, Friedrich Merz, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quienes alegaron su inasistencia a conflictos de agenda. La ausencia de estas y otras figuras europeas de alto nivel redujo el perfil político del evento considerado un espacio para relanzar las relaciones birregionales.
Frente a este panorama, el presidente colombiano y anfitrión de la cumbre, Gustavo Petro, aseguró que no había baja participación, sino una participación sustancial, alegando que el hecho no debía ser visto únicamente con base en números.
Entre los líderes europeos presentes se encontraban el presidente de Gobierno español, Pedro Sánchez, y el alta representante de Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, entre otros representantes del continente europeo. Tanto Sánchez como Kallas realizaron un llamado a respetar el Derecho Internacional, en una clara referencia a los recientes ataques por parte de Washington contra supuestas narcolanchas en el Caribe y el Pacífico.

Mientras tanto, varios mandatarios también realizaron reclamos frente a Estados Unidos, exigiendo mayor autonomía y el respeto de la soberanía y el multilateralismo.
“En la situación que va atravesando el mundo en este momento, los problemas de barbarie que se desatan incluso aquí mismo en la ciudad, en nuestro mar, con la población pescadora pobre, hacen necesario que tanto Europa como América Latina y el Caribe constituyan una especie de faro democrático de la humanidad, capaz de pararse unificadamente ante cualquier barbarie y denunciarla y corregirla no solo con palabras, sino con acción”, declaró el presidente Gustavo Petro.
Cumbre UE-CELAC 2025: expectativas y resultados
La cita birregional que tuvo a Colombia como anfitriona generó expectativas de refuerzo del multilateralismo y evaluación de lo generado hasta el momento para mirar hacia el futuro de aquí a los próximos dos años.
Sin embargo, la cuarta cumbre entre la UE y la CELAC evocó una sensación de oportunidad perdida. Esto último se produjo, principalmente, a causa de la ausencia de los principales dirigentes europeos y las tensiones geopolíticas generadas a partir de las políticas de Trump hacia América Latina y, por otro lado, la falta de acuerdos concretos en un mundo cada vez más polarizado.
Más allá de esto, el encuentro que tuvo lugar los días 9 y 10 de noviembre dejó como resultado una declaración de 52 puntos que busca acentuar el multilateralismo. Este documento comprende los siguientes temas; comercio e inversión, cambio climático, migración, transición energética, cooperación en seguridad ciudadana, justicia y lucha contra la delincuencia organizada transnacional, educación, seguridad alimentaria y salud, transformación digital y las guerras en Ucrania y Gaza, entre otros.
La declaración producto de la cumbre salió a la luz horas después de haber finalizado la misma, dando cuenta de que existía aún una falta de acuerdo entre los representantes de los diferentes países participantes con respecto de algunos temas concretos.

Existieron países que se desmarcaron de párrafos alusivos a determinados temas, como es el caso de la República Argentina con respecto a las temáticas de género, la referencia “Pacto por el Futuro” y a la “Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”. Sin embargo, en el caso de Venezuela, este decidió retirarse de la declaración, no firmando la misma. Su postura podría justificarse teniendo en cuenta un pasaje de la declaración que vendría a hacer alusión al gobierno de Nicolás Maduro y lo acontecido en las últimas elecciones presidenciales celebradas en el país venezolano. “Reiteramos nuestro compromiso inquebrantable con la democracia, incluidas elecciones libres, inclusivas, transparentes y creíbles, así como con la libertad de expresión, los derechos humanos, el Estado de derecho y el derecho internacional”, establece la declaración en su párrafo número 6.
Así como se incluye un posible mensaje al gobierno venezolano, la declaración también incorpora una toma de postura frente al reciente accionar de EEUU en América Central; “abordamos la importancia de la seguridad marítima y de la estabilidad regional en el Caribe. Coincidimos en la relevancia de la cooperación internacional, el respeto mutuo y el pleno cumplimiento del derecho internacional, incluso en la lucha contra el crimen organizado transnacional y el tráfico ilícito de drogas”, se señala en el documento en el párrafo número 10.
“En estos 52 puntos de la Declaración Conjunta le demostramos al mundo que es posible ponernos de acuerdo, y que incluso en medio de las diferencias se pueden construir consensos”, declaró Petro.
En definitiva, la cumbre fue exitosa en la reafirmación del compromiso político entre la UE y la CELAC, otorgando suma importancia en la cooperación para la transición verde y digital, la lucha contra el crimen organizado y el fortalecimiento del Estado de derecho. “El encuentro fue un éxito”, declaró el presidente Gustavo Petro y el presidente del Consejo Europeo, António Costa.
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