Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra una red internacional dedicada a proveer componentes críticos para los programas de misiles y drones de Irán, apuntando específicamente contra empresas ucranianas. Entre los 32 individuos y compañías señalados por Washington, destacan dos firmas con sede en Kiev, acusadas de suministrar piezas aeronáuticas a la principal fabricante estatal iraní de vehículos no tripulados.

La medida profundiza la presión sobre Teherán y expone un entramado logístico que conectaba Europa del Este con la industria militar iraní, incluyendo sistemas utilizados tanto por Rusia en Ucrania como por grupos armados alineados con Irán en Medio Oriente. El Departamento del Tesoro identificó a las compañías ucranianas GK Imperativ y Ekofera (también registrada como Econsfera) como eslabones centrales de una red de aprovisionamiento que operaba como fachada para agentes iraníes.
Según Washington, estas firmas facilitaron la adquisición y envío hacia Irán de:
- Indicadores de actitud
- Magnetómetros
- Sensores aeronáuticos
- Alternadores y componentes electrónicos
- Piezas para motores de aeronaves
Estos insumos son clave para el funcionamiento y la navegación de drones militares, incluidos modelos kamikaze de largo alcance. Ambas empresas operaban desde Járkov y Kiev, y fueron incorporadas a la lista de sanciones estadounidenses bajo la Orden Ejecutiva 13382, que apunta a “proliferadores de armas de destrucción masiva y sus apoyos”.
El vínculo directo con HESA, el corazón del programa de drones iraní
La investigación identificó que las compañías actuaban en coordinación con tres operadores iraníes: Bahram Tabibi, Batoul Shafiei y Saeed Pahlavani Nejad, quienes buscaban piezas en el extranjero para abastecer a la Iran Aircraft Manufacturing Industrial Company (HESA). Cabe destacar que HESA es la empresa responsable de los drones Shahed-131 y Shahed-136, utilizados por Rusia en ataques contra ciudades ucranianas, y la familia Ababil, un UAV multipropósito empleado para vigilancia y ataques por milicias alineadas con Teherán, como Hamas, Hezbolá y los hutíes.

La capacidad de Irán para sostener y expandir su producción depende en gran medida de este tipo de redes clandestinas, dado que enfrenta décadas de restricciones tecnológicas y bloqueos de acceso a mercados occidentales. No obstante, la inclusión de empresas ucranianas en esta red genera especial interés geopolítico, ya que Rusia utiliza drones Shahed en el frente ucraniano. Washington sostiene que los operadores iraníes utilizaron a estas empresas como pantalla, lo que no implica necesariamente complicidad estatal ucraniana, pero sí refleja vulnerabilidades en los controles de exportación en contextos de guerra.
Asimismo, las dos firmas ucranianas forman parte de un esquema mayor. La misma designación del Tesoro incluye compañías e individuos con base en Emiratos Árabes Unidos, Irán, Alemania, China y Hong Kong e India. Todas ellas habrían aportado mecanismos para evadir controles, mover dinero o enviar componentes críticos hacia Irán.
Te puede interesar: Ucrania se prepara para activar su primer “muro de drones” para enfrentar ataques Shahed y bombas planeadoras de Rusia
Imagen de portada utilizada a modo de ilustración













