En una intervención sin precedentes en Bruselas, la vicepresidenta de Taiwán, Bi-Khim Hsiao, instó a los legisladores europeos a reforzar los lazos políticos, económicos y de seguridad con la isla, en un contexto de creciente tensión con China. “La paz en el Estrecho de Taiwán es esencial para la estabilidad global y la continuidad económica”, declaró ante un grupo de parlamentarios de la Alianza Interparlamentaria sobre China (IPAC), reunidos en la sede del Parlamento Europeo.

Aunque la dirigente no habló ante el pleno —debido a que la Unión Europea, como la mayoría de los países, no mantiene relaciones diplomáticas formales con Taipéi y adhiere al principio de “una sola China”—, su visita representa un gesto político de alto nivel que seguramente provocará la reacción de Beijing, que reclama la soberanía sobre la isla. En su discurso, Hsiao subrayó la necesidad de establecer cadenas de suministro seguras y colaboraciones en inteligencia artificial entre Europa y Taiwán, señalando que el continente y la isla “comparten valores democráticos y el compromiso con la libertad y la transparencia”.
Un llamado a construir una alianza tecnológica versus la respuesta de Beijing
La vicepresidenta también comparó las operaciones híbridas chinas —ciberataques y sabotajes a cables submarinos— con las campañas de desinformación y ataques digitales sufridos por Europa desde la invasión rusa a Ucrania. “Europa ha defendido la libertad bajo fuego; Taiwán ha construido democracia bajo presión”, afirmó. Hsiao destacó además que la manipulación de exportaciones estratégicas por parte de China, como las tierras raras, demuestra la urgencia de que la UE y Taiwán construyan “un ecosistema tecnológico confiable, basado en la transparencia y los valores democráticos”.

No obstante, la respuesta no tardó en llegar. China sostiene que la independencia de Taiwán “es un callejón sin salida” y que la reunificación bajo su gobierno “es inevitable”. En los últimos años, las Fuerzas Armadas chinas incrementaron sus operaciones de cerco aéreo y marítimo sobre la isla, con maniobras conjuntas casi diarias de buques y cazas, en un claro intento de desgaste y disuasión.
El presidente taiwanés, Lai Ching-te, anunció recientemente un aumento del presupuesto de defensa hasta el 5% del PBI para 2030, junto con la aceleración del sistema antiaéreo nacional conocido como “T-Dome”, en respuesta al incremento de la presión militar china.
Taiwán y Europa: vínculos discretos, pero estratégicos
La visita de Hsiao formó parte de una conferencia organizada por la IPAC, de la que participaron más de 50 legisladores de una veintena de países, entre ellos Alemania y España. Por motivos de seguridad, el viaje se mantuvo bajo estricta reserva, luego de que servicios de inteligencia europeos advirtieran sobre planes de agentes chinos para atentar contra la vicepresidenta durante su paso por Praga en 2024.
Según analistas del Chatham House, una escalada en el Estrecho de Taiwán tendría un impacto más devastador para Europa que la guerra en Ucrania, debido a la dependencia del continente de los semiconductores y componentes electrónicos taiwaneses. “Los países europeos no pueden evitar que Beijing presione más a Taiwán, pero sí pueden ayudar a mantener sus conexiones globales y reforzar su resiliencia”, concluye el informe.
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