Las Fuerzas Armadas de Filipinas iniciaron junto a Estados Unidos los ejercicios conjuntos “DAGIT-PA 2025”, una serie de maniobras terrestres, aéreas y navales orientadas a fortalecer la capacidad de defensa ante un escenario de invasión. Las operaciones se desarrollan durante diez días en el Mar de China Meridional y en el norte de Luzón, región considerada estratégica por Washington ante un eventual conflicto con la República Popular China.

El entrenamiento —cuyo nombre es un acrónimo de Dagat, Langit at Lupa (“Mar, Cielo y Tierra” en tagalo)— reúne a unidades del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y el Cuerpo de Marines filipinos, además de efectivos de la Guardia Costera y la Policía Nacional. La operación forma parte del calendario anual de cooperación bilateral entre Manila y Washington, bajo el marco del tratado de defensa mutua vigente desde 1951.
Durante las maniobras se ejecutan simulaciones de defensa costera y contrainvasión anfibia, incluyendo escenarios de toma de aeródromos, desembarcos en playas y operaciones de apoyo aéreo conjunto. Según el comandante de las Fuerzas Armadas filipinas, general Romeo Brawner Jr., el objetivo es “aumentar la capacidad de resistencia y sostenimiento operativo por al menos 20 o 30 días en un conflicto real”.
Los ejercicios se realizan en un contexto de creciente fricción en la zona. En octubre, el gobierno filipino denunció que un buque de la Guardia Costera china embistió deliberadamente a una embarcación con bandera filipina cerca de las islas Spratly, dentro de la zona económica exclusiva de Manila. Beijing, por su parte, acusó a Filipinas de “violar su soberanía” e insistió en que las actividades conjuntas con Estados Unidos “buscan contener el ascenso de China”.

Desde Washington, fuentes del Departamento de Defensa califican el norte de Luzón como un punto de acceso clave para la proyección de fuerzas en el estrecho de Luzón, frente a Taiwán. El despliegue de ejercicios combinados en esa área refuerza la red de cooperación militar estadounidense en el Indo-Pacífico, donde también participan Japón, Australia y Corea del Sur.
De acuerdo con analistas del Instituto de Estudios Estratégicos de Filipinas (ISEAS), los ejercicios “DAGIT-PA” consolidan la integración operativa con Estados Unidos y evidencian un giro doctrinario de las fuerzas filipinas hacia la defensa conjunta en escenarios de alta intensidad. Este enfoque se enmarca en la estrategia del Comando Indo-Pacífico de EE.UU. (INDOPACOM) para fortalecer las capacidades regionales ante contingencias en el mar del Sur de China.
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