La Armada del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China empleó por primera vez robots cuadrúpedos de combate, apodados “lobos”, en un ejercicio con fuego real que simuló un desembarco anfibio sobre Taiwán, según informaron medios estatales chinos. El ejercicio fue conducido por el 72.º Grupo de Ejército bajo el Comando del Teatro Oriental, responsable de las operaciones en el Estrecho de Taiwán. Imágenes difundidas por China Central Television (CCTV) mostraron a las unidades robóticas encabezando la ofensiva, avanzando sobre la playa bajo fuego simulado y eliminando obstáculos antes del ingreso de tropas humanas.

“En el pasado, los soldados arriesgaban sus vidas para avanzar los primeros 200 metros”, destacó el reporte televisivo. “Ahora, una legión de robots lobo ocupa su lugar”. Los robots, desarrollados por China South Industries Group, pesan alrededor de 70 kilogramos y pueden cargar hasta 20 kg de equipamiento o munición. Incorporan cinco cámaras y un sistema de visión 360°, lo que les permite realizar misiones de reconocimiento, ataque y apoyo logístico en terreno hostil.
Diseñados para actuar en la primera línea de asalto anfibio, los robots son capaces de detectar posiciones enemigas, marcar objetivos y abrir paso a la infantería. Aunque varias unidades fueron destruidas durante la simulación, el EPL consideró el ejercicio como un “punto de inflexión entre las pruebas técnicas y la integración operativa” de sistemas no tripulados en combate real.
Integración humano-máquina en el campo de batalla
Fuentes militares chinas describieron la maniobra como parte de la transición hacia una “formación híbrida”, que combina tropas humanas con sistemas no tripulados terrestres, aéreos y marítimos. En la operación también participaron drones de gran tamaño y drones suicidas de alta velocidad, utilizados para bombardear posiciones simuladas en la playa y atacar vehículos ligeros enemigos. Los “lobos” actuaron como fuerza de ruptura y cobertura, retirando obstáculos y protegiendo el avance.

El despliegue estuvo a cargo de la Compañía Heroica de Huangcaoling, una unidad histórica del EPL que combatió en la Guerra de Corea y que hoy forma parte del núcleo operativo para las operaciones en el Estrecho de Taiwán. El ejercicio se enmarca en una intensa fase de modernización del aparato militar chino, orientada a consolidar capacidades anfibias y autónomas en escenarios de alta complejidad.
Para Pekín, las operaciones de desembarco sobre Taiwán son el punto crítico de su planificación estratégica, y el uso de inteligencia artificial aplicada al combate terrestre refleja un avance hacia una “guerra mecanizada inteligente”, uno de los ejes de la doctrina militar china para 2035. Analistas en Taipéi y Washington interpretan el ejercicio como una demostración de disuasión tecnológica frente al refuerzo de la cooperación militar entre Estados Unidos y la isla, especialmente tras los ejercicios conjuntos en el Pacífico Occidental en octubre.

Los robots aún presentan vulnerabilidades significativas: sus componentes externos son susceptibles al fuego enemigo y su autonomía táctica todavía es limitada. Pese a ello, la maniobra marca el paso del laboratorio al campo de combate y consolida a China como uno de los líderes globales en integración de sistemas no tripulados en operaciones militares combinadas.
Te puede interesar: La Armada de China pondría finalmente en servicio activo a su nuevo portaviones Fujian













