El presidente ucraniano Volodymyr Zelenski anunció que Ucrania y sus aliados elaborarán un plan de alto el fuego en los próximos diez días, en el marco de las negociaciones impulsadas por Estados Unidos para detener el conflicto con Rusia en las líneas actuales del frente. La declaración se produjo tras una propuesta del presidente estadounidense Donald Trump para “detener la guerra en su punto actual”, una iniciativa que busca consolidar una tregua sin avances territoriales para ninguna de las partes.
La administración Trump ha planteado en las últimas semanas un esquema de negociación centrado en un cese de hostilidades inmediato, acompañado por garantías de seguridad occidentales y una pausa estratégica para evaluar la reconstrucción de Ucrania. Según fuentes diplomáticas en Washington, el objetivo de la Casa Blanca es preservar las posiciones actuales en el Donbás, evitando un mayor deterioro militar y económico tanto para Kiev como para sus aliados europeos.

Zelenski confirmó que su gobierno está trabajando “en coordinación con Estados Unidos y socios europeos” para diseñar una propuesta común que pueda ser presentada en un plazo máximo de diez días. “Algunos puntos rápidos, como un plan de alto el fuego. Decidimos que trabajaremos en ello en la próxima semana o en diez días”, señaló Zelenski en declaraciones al medio estadounidense Axios.
“Estamos pidiendo no solo misiles Tomahawk, sino sistemas similares que no requieran largos períodos de entrenamiento antes de ser utilizados”, añadió el presidente ucraniano, en un mensaje que sugiere que el equilibrio militar será clave en cualquier negociación de alto el fuego.
Combates intensos en Pokrovsk
Mientras tanto, el frente oriental sigue siendo escenario de combates intensos, particularmente en la ciudad de Pokrovsk, un nudo logístico clave en la región de Donetsk. El Estado Mayor ucraniano informó que grupos de tropas rusas lograron infiltrarse en el casco urbano, lo que provocó una serie de enfrentamientos callejeros y obligó a las fuerzas de Kiev a reforzar sus líneas defensivas.

“Los ocupantes que entraron en la ciudad no buscan consolidar posiciones, sino avanzar más al norte para dispersar nuestras fuerzas y bloquear los corredores logísticos terrestres”, informó la 7ª Unidad de Respuesta Rápida de las tropas aerotransportadas de Ucrania. Zelenski reconoció que Rusia ha concentrado su fuerza de ataque principal en Pokrovsk, describiendo la situación como “fiera” y destacando la dificultad logística en la zona. “Hay combates muy duros en la ciudad y en sus accesos. Pero debemos seguir destruyendo a los ocupantes”, expresó.
Moscú eleva la tensión con pruebas nucleares
El anuncio del trabajo en un posible alto el fuego coincide con una nueva demostración de fuerza rusa. El Kremlin confirmó el ensayo del misil de crucero Burevestnik, conocido por la OTAN como Skyfall, un sistema nuclear impulsado por reactor con alcance teóricamente ilimitado. El presidente ruso Vladimir Putin aseguró que el arma puede “evadir cualquier defensa existente”, lo que reaviva las preocupaciones sobre una carrera armamentística nuclear en Eurasia.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, sostuvo que el ensayo responde a la “necesidad de garantizar la seguridad nacional ante el militarismo europeo” y no constituye una señal de escalada nuclear, aunque analistas occidentales lo interpretan como un mensaje directo a Washington y la OTAN.
Trump presiona a Putin para “terminar la guerra”
Durante una escala en su viaje por Asia, Trump calificó las pruebas rusas como “inapropiadas” e insistió en que Moscú debe concentrarse en negociar el fin del conflicto. “Tienen que poner fin a esta guerra. Una guerra que debería haber durado una semana ya va camino a su cuarto año”, dijo el mandatario estadounidense, según Sky News.
Trump también reiteró que su prioridad es lograr un acuerdo político integral, pero advirtió que “la ventana de oportunidad no estará abierta indefinidamente”. El anuncio de Zelenski marca el primer reconocimiento público de un proceso activo de negociación hacia un alto el fuego, con el respaldo diplomático de Estados Unidos y la observación de los aliados europeos.

Aunque el Kremlin no ha respondido oficialmente a la propuesta, analistas internacionales estiman que la presión militar en Donetsk y las sanciones económicas occidentales podrían empujar a Moscú a considerar un acuerdo provisional de suspensión de combates, al menos para reorganizar su frente.
La próxima década de octubre será crucial: Kiev intentará equilibrar la presión militar con la diplomacia, mientras Washington busca consolidar un logro político tangible antes de fin de año.
Te puede interesar: Entre Rusia y la UE, China responde a Zelenski y redefine su papel en la guerra de Ucrania











