Nuevas imágenes satelitales revelaron la presencia del portaaviones nuclear USS Nimitz (CVN-68) operando en el Mar de China Meridional, a unos 140 millas al noreste de la isla indonesia de Natuna, en una zona donde Pekín mantiene amplias reclamaciones territoriales en conflicto con varios países del sudeste asiático.
Las fotografías, capturadas el 20 de octubre por el satélite Sentinel-2 del programa Copernicus de la Agencia Espacial Europea (ESA), fueron analizadas por el especialistas en inteligencia de fuentes abiertas, quienes confirmaron la ubicación del grupo de ataque del Nimitz.
Según el informe, el portaaviones se encuentra acompañado por tres destructores —el USS Gridley, el USS Wayne E. Meyer y el USS Lenah Sutcliffe Higbee— pertenecientes al Carrier Strike Group 11.
Una demostración de fuerza frente a China
El despliegue del Nimitz, representa una nueva señal de firmeza de Washington en defensa de la libertad de navegación frente a las crecientes pretensiones de China en la región.

El Tercer Comando de la Flota estadounidense (U.S. Third Fleet) había indicado en marzo que la misión del Nimitz tenía como objetivo “proteger la seguridad, la libertad y la prosperidad de Estados Unidos y sus aliados, y demostrar el compromiso con un Indo-Pacífico libre y abierto”.
El tablero naval: Nimitz, Shandong y Fujian
El movimiento del portaaviones estadounidense ocurre días después de que imágenes satelitales mostraran a los portaaviones chinos CNS Shandong y CNS Fujian atracados en la base naval de Sanya, en la isla de Hainan.

El Fujian, aún no comisionado oficialmente, es el buque más avanzado de la Armada del Ejército Popular de Liberación y simboliza el salto tecnológico de China hacia la paridad naval con Estados Unidos.
El despliegue simultáneo de estas unidades refuerza el clima de tensión en una zona donde los reclamos marítimos chinos se superponen con los de Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunéi e Indonesia, y donde los incidentes entre guardacostas y buques militares se han multiplicado durante 2025.
Una ruta estratégica y altamente disputada
El Mar de China Meridional es una de las rutas marítimas más transitadas del planeta, por donde pasa un tercio del comercio global y donde se concentran vastos recursos pesqueros y energéticos.
Pekín reivindica casi la totalidad del mar bajo el argumento de “derechos históricos”, una postura rechazada por el fallo del Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya en 2016, que invalidó la validez legal de esas pretensiones.

Aun así, China ha militarizado islotes y arrecifes artificiales, instalando radares, misiles y pistas de aterrizaje, mientras continúa sus ejercicios navales con misiles hipersónicos y drones marítimos.
El Nimitz, que fue desplazado temporalmente al océano Índico durante la escalada de tensiones entre Israel e Irán, regresó al Pacífico occidental la semana pasada, reafirmando la proyección global del poder naval estadounidense.
Competencia estratégica y equilibrio regional
La reaparición del Nimitz en aguas del Mar de China Meridional ocurre en un contexto de creciente competencia militar entre Washington y Pekín.
Estados Unidos mantiene alianzas de seguridad con Japón, Filipinas, Corea del Sur y Australia, además del pacto AUKUS, destinado a fortalecer la disuasión frente a China mediante submarinos de propulsión nuclear y cooperación tecnológica avanzada.
El despliegue estadounidense también refuerza el respaldo a Filipinas, que en las últimas semanas denunció múltiples incidentes con buques chinos en torno al banco de arena Second Thomas Shoal.
Mientras tanto, Pekín sostiene que las operaciones estadounidenses constituyen una “provocación deliberada que pone en riesgo la estabilidad regional”.
Te puede interesar: En medio de la ofensiva militar de Israel en Gaza, Estados Unidos despliega el portaaviones USS Nimitz en Medio Oriente













