Este domingo 19 de octubre se llevó a cabo la elección más importante del siglo en Bolivia. La razón de posicionar a estos comicios en un plano histórico es porque marcaron el fin de un ciclo -20 años de gobierno del MAS- y el inicio de una nueva etapa -un flamante mandatario de derecha- con Rodrigo Paz con el 54.5% de los votos como ganador de los comicios.
La jornada electoral comenzó desde temprano, a las 8, y finalizó a las 16. Sin inconvenientes, poca movilización de vehículos y como un domingo en el que uno busca relajarse, la sociedad boliviana vivió las elecciones con tranquilidad.

Un punto que influyó en los resultados fue la escasa participación. Desde el Tribunal Electoral advirtieron sobre esta situación al observar que en las mesas de las unidades educativas no había más de tres personas por mesa. En Bolivia es obligatorio emitir el sufragio, si no serán multados por 550 pesos bolivianos, que equivale a unos 55 dólares.
Ambos candidatos no se cruzaron por minutos este domingo, cuando “Tuto” Quiroga emitió su voto en el sur de La Paz, mismo colegio en el que sufragó la hija de Rodrigo Paz. Si bien fue el primer epicentro del día de los seguidores de Alianza Libre, la llegada del candidato del Partido Demócrata Cristiano no tuvo resistencia, sino respeto por la mayoría de los militantes de Quiroga.
¿Cómo salieron las elecciones en Bolivia?
El resultado de las elecciones en Bolivia que se sabe desde agosto de este año es que quien gane el balotaje será un candidato de derecha, uno más radical y el otro más pragmático, pero con un recetario similar para resolver los problemas del país: crisis de combustible, desabastecimiento de alimentos y falta de divisas.
El triunfo de Paz le abrió las puertas a poder llegar a la Casa Grande del Pueblo. El centroderechista fue de los que menos invirtió en la campaña, a comparación de los gastos millonarios en redes sociales de sus contrincantes. Paz capitalizó el voto de Jaime Dunn, un economista outsider liberal que fue inhabilitado para participar por el Tribunal Supremo Electoral, por la existencia de deudas pendientes con el Estado. Su inicio en la política fue en el año 2002, cuando fue electo diputado, actualmente es senador de la oposición, y este domingo podría ser presidente.

Otra pieza clave del ascenso de Paz fue su candidato a vicepresidente. Se trata del expolicía Edman “capitán” Lara, que fue detenido en 2022 y expulsado de las fuerzas tras denunciar corrupción en la Policía Nacional. Hoy convertido en un influencer con mucho alcance en redes sociales, lo que explica también por qué Paz no destinó inversión en esos medios. El perfil de Lara es combativo y su presencia fuerte en redes ampliaron el voto anti-establishment y le dieron a Paz un sello de mano dura y anticorrupción.
“Bolivia vuelve a recuperar paso a paso su escenario internacional”, expresó Paz ante sus seguidores en el Hotel Presidente. Además, hizo un llamado a la unidad con “todos los hombres y mujeres que quieran a la patria”. Esto se entiende en un contexto en el que el candidato de centro derecha no tiene mayorías en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Por otro lado, el flamante vicepresidente de Bolivia, Edman Lara, expresó que “Hoy el pueblo nos da la oportunidad de gobernar Bolivia para todos, llamo a la unidad y a la reconciliación de los bolivianos”, y agregó: “Se acabó la campaña política, hay que trabajar por Bolivia, la patria está primero”.
En el otro búnker, el de Alianza Libre, “Tuto” Quiroga lamentó los resultados y negó un posible fraude: “Entiendo el dolor que nos embarga, créanme que si tuviéramos una evidencia sistémica (de fraude) la pondríamos sobre la mesa”.
En noviembre dejará su cargo el segundo mandatario con peor imagen en la región, Luis Arce, y le dará las riendas de un país en crisis a Rodrigo Paz. De esta forma, la derecha gobernará por primera vez Bolivia, luego de 20 años del MAS. Un desafío importante para el próximo líder, que como indica su apellido, deberá traer la paz al pueblo boliviano.
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