La creciente presión de las políticas arancelarias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impulsó a dos de las principales economías emergentes —Brasil e India— a fortalecer sus lazos comerciales como estrategia de defensa y diversificación. En respuesta al impacto negativo proyectado sobre sus crecimientos económicos, funcionarios y empresarios de ambas naciones se reúnen en Nueva Delhi esta semana con la ambición de triplicar el comercio bilateral desde los actuales 12.000 millones de dólares y abrir nuevos corredores que eludan las tensiones con Estados Unidos.

El contexto no podría ser más apremiante: Trump impuso aranceles de hasta 50 % contra productos de ambos países, pese a que luego alivió algunas exenciones para ciertos bienes brasileños, farmacéuticos o electrónicos indios. Estos gravámenes suponen una amenaza porque cerca del 12 % de las exportaciones brasileñas van a EE. UU., lo que deja a Brasil especialmente vulnerable frente a la caída de la demanda por carne, acero u otros productos clave. En paralelo, India se enfrenta a fragilidades similares, dado que una parte sustancial de sus exportaciones (electrónica, joyería, farmacéuticos) depende del mercado estadounidense.
Dentro de la conversación bilateral, Brasil aspira a penetrar los mercados indios de café, etanol y agroindustria, al tiempo que amplía su relación con India en defensa y minería. La delegación brasileña, encabezada por su vicepresidente Geraldo Alckmin, incluye ejecutivos de Petrobras, Vale y BRF, entre otros. Además, ambos países debaten expandir un acuerdo comercial preferencial entre Mercosur e India, firmado en 2004, como plataforma para reducir barreras arancelarias y no arancelarias.
Lula y Modi buscan soberanía económica frente a Estados Unidos
“La guerra comercial de Trump está generando una reorganización total del comercio en todas partes”, afirma Thiago de Aragão, director de la consultora Arko International con base en Washington, citado desde Bloomberg. Según él, los países afectados “temen que esta mentalidad de la administración Trump pueda tornarse un rasgo permanente”.

Políticamente, Lula y Modi aprovechan estos movimientos para proyectar soberanía frente a Washington. Lula ya había iniciado desde 2023 una agenda de diversificación comercial hacia Asia, África y Medio Oriente, pero la agresividad arancelaria estadounidense ha acelerado ese proceso. En julio de 2025, Lula anunció su intención de triplicar el comercio con India y mencionó asociaciones de defensa entre Embraer e industrias indias como ejes de esa estrategia. Modi, por su parte, se encuentra en una posición delicada: mientras busca relaciones con países del Sur Global, también debe cuidar no tensionar en exceso su vínculo con EE. UU., un mercado vital para sus exportaciones.
Pero… existen limitaciones para Brasil e India a la hora de enfrentar a Trump
No obstante, hay límites estructurales que moderan las expectativas optimistas. Brasil e India exportan muchos bienes similares (commodities agrícolas, minerales, productos industriales), lo que limita el espacio de complementariedad directa. Además, ambos dependen de China como socio comercial poderoso: invertir en cooperaciones mutuas no reemplaza fácilmente aquellas cadenas de valor fuertemente integradas con Asia. Como lo señala Matias Spektor, profesor de relaciones internacionales, “Washington provee a Brasil e India mercados que no pueden desempeñar por sí mismos”. Cambiar patrones comerciales y estructuras productivas no es algo que los gobiernos puedan lograr por decreto.

Lo cierto es que el escenario que emerge es el de una diplomacia reactiva frente al proteccionismo estadounidense: Lula y Modi intentan acelerar una alianza de resiliencia económica que aproveche las complementariedades regionales y refuerce el multilateralismo del Sur. Pero aunque esta estrategia puede mitigar parte del daño, no garantiza una independencia plena frente a Estados Unidos. La magnitud de los ajustes requeridos y la persistencia del dominio del mercado estadounidense en ciertas cadenas globales mantienen vigencia para Washington.
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