El “silencio electoral” o veda empezó este jueves en todo el territorio de Bolivia, con el objetivo de invitar a los ciudadanos a reflexionar en la previa de lo que será la segunda vuelta presidencial, mejor dicho la elección más importante de los últimos 20 años de este país. Escenario Mundial ya se encuentra en la ciudad de La Paz, luego de un extenso viaje por distintas ciudades de Bolivia como Santa Cruz de la Sierra y El Alto, donde pudo tomar registro del clima social de cara a los comicios.
Una promesa de campaña que coincide en los dos frentes partidarios, tanto de Rodrigo Paz como de Jorge “Tuto” Quiroga, es el cierre de distintas empresas del estado que consideran deficitarias. Detrás de ellas, decenas de miles de personas que trabajan y perderán su empleo. Un problema para quien gane las elecciones reubicarlos.




¿Qué dicen los bolivianos sobre los candidatos?
En pleno Aeropuerto de Ezeiza, esperando para abordar al avión de la línea aérea Boliviana Aviación, se encuentra sentado y con el teléfono en su mano, Marlo, un hombre de negocios de 65 años. Con 4 hijos en Cochabamba, el empresario de origen peruano, pero con más de 30 años residiendo en Bolivia, dirige una corporativa de suplementos, y tiene algo claro de cara a las elecciones: “Busco estabilidad en Bolivia, por eso Tuto Quiroga me parece la opción más agradable, porque entiende el mundo del trabajo”, explicó Marlo.
En una conversación típica de aeropuerto, en la que uno cuando viaja solo no tiene más remedio que mirar su teléfono, incursionar en redes sociales, leer un libro o darse un paseo probando perfumes en un free shop, Marlo continúa si discurso y apunta contra el Movimiento al Socialismo de Evo Morales: “La receta del MAS dejó de funcionar hace tiempo, y así nos va, sin combustible”, y agrega “yo le dije a mis empleados a quien conviene votar, y es a Tuto”, sentenció Marlo.
El combustible es una de las principales preocupaciones cuando se desglosa los factores de la crisis económica. El actual presidente de Bolivia, Luis Arce, y las dos décadas de gobierno de Evo Morales, concluyen con un Estado que tiene un déficit del 10% del PBI, y como rezago aparece la falta de combustible, sumado al desabastecimiento de alimentos.
Según CB Consultora, que realiza un ranking-medición mensual de presidentes de Sudamérica, respalda los dichos de algunos testimonios y expresa un raconto de lo que fue el último gobierno del MAS.

En una tabla de 10 posiciones, el mandatario boliviano, Luis Arce, se encuentra noveno, con el 79,3% de imagen negativa y apenas con un 18% positiva. Este fue el último relevamiento de fines de septiembre de CB Consultora.
En el tramo de El Alto hasta el centro de La Paz, Escenario Mundial registró más de un kilómetro de filas de autos y camiones en búsqueda de unos litros de gasolina. Wilder, conductor a cargo del taxi que transportó a este medio por el centro boliviano, cuando fue consultado por la cuestión combustible, se entristeció y rápidamente subió el tono de su voz para expresar su enojo contra Luis Arce, según él, “de los peores presidentes de nuestra historia”.
Dentro del libro de quejas de los bolivianos se suma “caos de tránsito, falta de obras públicas, baches en las calles, inseguridad en El Alto, inundaciones cuando llueve (…)”, entre otras cosas. Wilder, en contraparte a Marlo, votará por el candidato Rodrigo Paz, porque lo considera una opción más “sería”, y a “Tuto” como más “extremista”.
Elogió al candidato a vicepresidente de Paz, Edman “capitán” Lara, por su lucha en redes contra la corrupción y promoción de la mano dura. De todas formas, cuando se le preguntó por su opinión de presidentes de la región como Javier Milei, sonrió de oreja a oreja y dijo que “está haciendo las cosas muy bien en Argentina”.
Un patriota que se compró un pasaje de 400 dólares para viajar a Cochabamba desde Argentina es Jordan, de 30 años, que vive en Ciudad de Buenos Aires y trabaja en mercado de frutas y verduras. El joven adulto explica que no logró nunca asentarse en Bolivia y por eso decidió emigrar con familiares a la capital argentina.
Si bien no quiso mostrar preferencia por alguno de los candidatos, lo que muestra un respeto por el “silencio electoral”, mencionó que “no me puedo perder estas elecciones, es importante votar siempre, no hay excusas”. Patriotismo puro y responsabilidad civil.

Con la veda en marcha y un país cruzado por recesión, filas por combustible y hartazgo con el MAS, el balotaje se define entre dos promesas de apertura con distinto pulso político: Paz busca capitalizar el voto anti-establishment y el impulso de redes; Quiroga ofrece experiencia y un “ajuste con inversión”. Detrás de los planes hay personas —Marlo, Wilder, Jordan— que piden estabilidad, empleo y nafta en las estaciones. El consenso sobre abrir, achicar y ordenar ya existe; lo que se juega el domingo es quién puede ejecutarlo sin desborde social y con resultados rápidos en precios, combustible y trabajo.
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