El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insinuó recientemente que su administración está evaluando lanzar ataques terrestres contra cárteles venezolanos, una escalada que ocurre en el marco de repetidas operaciones militares marítimas contra embarcaciones presuntamente dedicadas al narcotráfico. La tensión se profundiza con la filtración de que la CIA podría haber recibido autorización para llevar a cabo operaciones encubiertas en Venezuela.

Esta posible decisión agregaría un componente terrestre a la estrategia de Estados Unidos contra los cárteles. Según declaró recientemente Trump a periodistas, tras controlar prácticamente el tráfico por mar, “ahora lo detendremos por tierra”.“No quiero decirlo exactamente, pero ciertamente estamos mirando hacia la tierra ahora”, afirmó citado desde POLITICO.
En las últimas semanas, Estados Unidos ejecutó al menos cinco ataques contra embarcaciones de Venezuela que la Casa Blanca denomina “narcoterroristas”. El más reciente, de acuerdo a Trump, causó la muerte de seis sospechosos en aguas internacionales. Su administración defiende que estas acciones salvan vidas, alegando que aunque estos bombardeos son duros, permiten prevenir que drogas y otros daños alcancen territorio estadounidense.

Estos movimientos suscitaron cuestionamientos en el Congreso. Legisladores de ambos partidos expresaron su preocupación por la falta de transparencia sobre la inteligencia que respalda estas operaciones, pidiendo videos sin editar, explicación de objetivos y pruebas concretas de que las embarcaciones atacadas estaban implicadas en narcotráfico. Algunos critican los bombardeos como posibles “asesinatos ilegales” al no estar debidamente autorizados por el Congreso.
Crece la preocupación en Venezuela por la incertidumbre de los movimientos de Trump
Pero la tensión se profundiza con la filtración de que la CIA podría haber recibido autorización para llevar a cabo operaciones encubiertas en Venezuela, lo cual añadiría un componente terrestre a la estrategia de EE. UU. contra los cárteles. Este giro implicaría enfrentar mayores riesgos de víctimas civiles y una escalada diplomática significativa. Además, en la región ya se observan reacciones en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro ordenó ejercicios militares en algunos sectores populares tras el último ataque.
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