El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue explícito al condicionar la asistencia financiera de su país a la Argentina que gobierna Javier Milei al quiebre de lazos con China, especialmente en el ámbito militar.
“Podés comerciar un poco, pero ciertamente no deberías hacer nada más que eso”, dijo el republicano en la conferencia de prensa que monopolizó por casi una hora mientras Milei lo miraba al otro lado de la mesa, en el almuerzo de trabajo que compartieron en la Casa Blanca las comitivas de ambas administraciones.

El salvataje que el Tesoro norteamericano realizó sobre la situación financiera local se reveló así como atravesado por condicionalidades para la Argentina, en las que Trump profundizó con su habitual frontalidad: “Ciertamente no deberían hacer nada que tenga que ver con lo militar con China. Y si eso pasara, yo estaría muy enojado”.
Muchas de las dudas que llevaron los periodistas argentinos hacían referencia justamente a la expectativa que Estados Unidos alberga, ahora que es el principal sostén político y económico del gobierno, de la relación nacional con China. Habían sido azuzados por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien previamente había dicho que el préstamo a la Argentina era importante porque Milei estaba comprometido con “sacar a China” de sus alianzas globales.
Consultado en la conferencia de prensa, el funcionario que supervisa la economía norteamericana dijo que su principal interés no era que Argentina saliera de su préstamo swap con el país asiático, sino que las principales líneas rojas que podrían cortar el financiamiento de la administración Milei eran otras: “Me refería más a puertos, bases militares, instalaciones de observación que han sido creadas en la Argentina“.

El volantazo de Argentina en su cooperación militar con China por influencia de Estados Unidos
La repetición del tema militar en la relación de Argentina con China muestra que es un asunto sensible para Washington D.C., que ha logrado concretar con el gobierno de Milei ventas de armamento de su arsenal o el de países aliados. También se retomaron ejercicios conjuntos como los “Tridente”, que se realizarán entre el 20 de octubre y el 15 de noviembre en Mar del Plata, Bahía Blanca y Ushuaia.

En contraparte, el gobierno de Milei detuvo numerosos proyectos de colaboración militar con China. En el aire quedó la negociación encarada por el exministro de Defensa Jorge Taiana por la compra de 12 aviones de combate JF-17 Thunder, donde al final se privilegió la compra de 24 aviones F-16 de Dinamarca, socio de Estados Unidos en la OTAN, que vendió a la Argentina unidades modernizadas que están en servicio operativo desde 1978.
Además, se desplazó el eje de las inversiones en el Polo Logístico Antártico de Ushuaia, uno de los proyectos geopolíticos más importantes del país, ya que podría colocar a la capital de Tierra del Fuego como la puerta de entrada al continente blanco.
Hay que recordar que, en abril de 2024, el presidente argentino hizo un viaje de 6000 kilómetros, ida y vuelta a Ushuaia, para estar apenas dos horas con la general de cuatro estrellas Laura J. Richardson, antecesora del almirante Alvin Holsey -quien también ya visitó las instalaciones del proyecto- al frente del Comando Sur de Estados Unidos.
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