Una fragata de la Marina Nacional francesa rastreó en las últimas horas a un submarino ruso de clase Kilo Mejorado (Proyecto 636.3) que navegaba en superficie frente a las costas de Bretaña, en aguas pertenecientes al espacio marítimo de la OTAN.
La operación fue confirmada por el Mando Marítimo de la Alianza (MARCOM) a través de un comunicado en redes sociales, acompañado de una advertencia directa:
“Estamos observando. Una fragata de la Marina francesa lleva a cabo tareas de vigilancia de los accesos marítimos de la Alianza, ante la presencia de un submarino ruso operando en superficie frente a la costa de Bretaña. La OTAN mantiene una vigilancia constante para defender el Atlántico”.

Según reportó el UK Defence Journal, el buque identificado sería el B-261 Novorossiysk, un submarino de ataque diésel-eléctrico perteneciente a la Flota del Mar Negro rusa.
Un Kilo Mejorado en el Atlántico
El Novorossiysk, construido en los astilleros Admiralty Shipyards de San Petersburgo y comisionado en 2014, es parte de la serie Project 636.3 Improved Kilo II, considerada entre las plataformas más silenciosas de la Armada rusa. Con un desplazamiento de 3.100 toneladas y 74 metros de eslora, el submarino puede operar hasta 45 días en el mar y alcanzar profundidades de 300 metros.
Está armado con seis tubos lanzatorpedos de 533 mm, capaces de disparar torpedos, minas o misiles de crucero Kalibr, los mismos utilizados en operaciones rusas en Siria y Ucrania.
Fuentes militares señalaron que la presencia del submarino en superficie sugiere una posible avería técnica, tras reportes en redes sociales rusas sobre una fuga de combustible diésel ocurrida a fines de septiembre. Sin embargo, el alcance del daño no fue confirmado por fuentes occidentales.
Tensión creciente en el Atlántico Norte
El avistamiento del Novorossiysk se produce en un contexto de creciente actividad naval rusa en el Atlántico Norte y el Mar del Norte, donde la OTAN mantiene vigilancia permanente sobre movimientos de superficie y submarinos.
En septiembre, Moscú realizó maniobras con misiles Kalibr desde el submarino nuclear Arkhangelsk, en el marco de los ejercicios Zapad 2025 en el mar de Barents, que incluyeron cierres temporales del espacio marítimo y aéreo.
Estos incidentes se suman a una serie de ejercicios y vuelos de reconocimiento en Europa oriental, que han reavivado las tensiones entre Rusia y la OTAN en plena consolidación del frente occidental tras dos años de guerra en Ucrania.
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