El liderazgo político de Hamás asegura que “responderán pronto” a la propuesta de paz para la Franja de Gaza realizada por Estados Unidos, que incluye el desmantelamiento de la organización responsable del atentado terrorista del 7 de octubre de 2023, así como su exclusión de un futuro estado palestino.
Mohammed Nazzal, miembro del comité político de Hamás, dijo que el grupo estaba revisando la propuesta de 20 puntos de Donald Trump, y que pronto habría una respuesta oficial. “No estamos tratando [el plan] como si el tiempo fuera una espada contra nuestro cuello”, dijo el jueves a Al Jazeera, a la vez que aseguró que su organización tiene derecho a expresar sus posiciones “en una manera que sirva a los intereses” del pueblo palestino. El día que realizó la propuesta de paz, el pasado 29 de septiembre, el presidente de Estados Unidos dio “tres o cuatro días” a Hamás para responder.

La demora en la respuesta de Hamás parece señalar el debate al interior de su cúpula ante un trato que incluye una dosis importante de confianza entre las partes. En un conflicto tan agrio como el que ocurre en la Franja de Gaza, donde las recientes negociaciones diplomáticas en Qatar fueron interrumpidas por un imprevisto bombardeo israelí, nadie parece querer exponerse.
Qué cede cada lado en el tratado de paz de Gaza que planteó Donald Trump
Es que el trato plantea la devolución inmediata de todos los rehenes que Hamás mantiene bajo tierra, de los que se estima que más de veinte siguen vivos, mientras que la organización terrorista conserva unos treinta y cinco cadáveres de quienes fueron secuestrados de Israel el 7 de octubre de 2022. Una entrega completa, sostienen desde el ala militar, dejaría a Hamás sin nada con qué negociar.
Pero además, incluso si se sigue el camino establecido por la propuesta de paz firmada por Donald Trump, Hamás tendría que desmantelarse y aceptar no participar de la política de un futuro estado palestino. A cambio de esto, se le ofrecería amnistía a sus combatientes y la posibilidad de abandonar Gaza de manera segura.

Aunque la propuesta incluye puntos que han sido rechazados en ocasiones anteriores por el grupo, como su desmantelamiento, la presión sobre Hamás para aceptarlo crece luego que fuera aceptado por naciones islámicas simpáticas a su reclamo como el reino de Arabia Saudita, Jordania, Turquía, los Emiratos Árabes Unidos y Egipto.
Según la propuesta, el gobierno de Gaza dejaría de estar en control de facto de Hamás y pasaría a depender de un liderazgo “tecnocrático” de palestinos, no afiliados a ningún sector político. Este grupo sería elegido, en primera instancia, por un comité internacional encabezado por el mismo Trump e integrado por el ex primer ministro británico Tony Blair, que tendría el nombre tentativo de “junta de paz”. Esta autoridad extranjera supervisaría al gobierno tecnocrático palestino hasta que la Autoridad Palestina realice “las reformas correspondientes” que le permitan hacerse cargo del enclave.

El tratado también implica concesiones para Israel, que además de aceptar el camino hacia el autogobierno palestino debería retirar sus tropas de la zona y abrir las puertas a una fuerza de paz compuesta por países árabes como Egipto y Jordania. Recientemente, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien apoyó la iniciativa, buscó distanciarse de algunos de sus puntos, quizá condicionado por el sector ultraderechista que integra su coalición de gobierno. Así, sostuvo que sus tropas se mantendrían en la zona hasta que fuera necesario y que no se establecería un estado palestino a futuro.
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