La pesca del calamar Loligo, por parte de la flota española, en aguas de las Islas Malvinas, vive un momento de crisis ecológica: la temporada 2025 concluyó antes de lo previsto, luego de que el monitoreo indicara que la biomasa había caído al mínimo sostenible. Este cierre temprano busca prevenir daños irreversibles al recurso, pero también revela síntomas de un ecosistema marino bajo presión.

Desde la flota española se reconoció que, durante esa temporada, se capturaron aproximadamente 18.000 toneladas de Loligo. No obstante, algunos de esos barcos continuaron operando en el Atlántico Sur bajo otras licencias pesqueras. En sus declaraciones admitieron que la conservación debe ser prioritaria, aunque el hecho de seguir operando en zonas vecinas genera inquietud entre científicos y autoridades malvinenses.
Mathew Jenkins, director de Recursos Naturales del gobierno impuesto de las Malvinas, enfatizó la urgencia de realizar estudios más profundos: “Loligo tiene un ciclo de vida de doce meses y hay variación natural entre años. Son muy sensibles a los factores ambientales, pero exactamente cuáles son esos parámetros no lo sabemos en este momento”. Añadió que ya están en conversaciones con SAERI y otras entidades para identificar las brechas de conocimiento y formular investigaciones de largo plazo.

Según reportes, en años recientes se evidenció una caída de hasta un 50 % en las capturas de Loligo frente a niveles históricos, especialmente en los últimos cinco a diez años. Algunos analistas apuntan a causas múltiples: sobrepesca, variaciones oceánicas como temperatura y corrientes cambiantes, e impactos indirectos de actividades económicas como exploraciones sísmicas para petróleo y gas.
El panorama que se abre demanda una respuesta coordinada: monitoreos continuos, transparencia en los datos pesqueros, estudios científicos independientes y mecanismos de gestión precautoria. Si la especie Loligo colapsa o se debilita de forma sostenida, no solo las flotas —incluida la española— enfrentarían pérdidas económicas, sino que se pondría en jaque el equilibrio ecológico marino y la sustentabilidad regional a mediano y largo plazo.
Te puede interesar: Una de las empresas vinculadas al proyecto de explotación de petróleo en Malvinas reafirma la decisión de invertir antes que termine el 2025












