La posibilidad de un cierre del gobierno de Estados Unidos lleva a muchos a preguntarse cuándo se define si el país norteamericano se queda sin fondos, mientras el Congreso en Washington D.C. no se pone de acuerdo para aprobar el presupuesto.
Las negociaciones se suceden contrarreloj para evitar el congelamiento de los fondos federales, que llegará si los legisladores demócratas y republicanos no se ponen de acuerdo respecto a la ley de financiamiento. La fecha límite es el paso del mes: si para la medianoche del martes no hay progreso, el cierre será efectivo. Aunque podría revertirse con un consenso político, este no parece asomar en el horizonte.

Donald Trump hizo un gesto de diálogo cuando aceptó reunirse con los líderes institucionales del Congreso el lunes. De la reunión participaron figuras de ambos partidos como el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, el líder de la mayoría del Senado, John Thune, el líder de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, y el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer.
Según los reportes, el presidente escuchó más de lo que habló. Pero después del encuentro, el vicepresidente JD Vance no pareció muy esperanzado: “Creo que vamos hacia un cierre del gobierno, porque los demócratas no hacen lo correcto. Espero que cambien de opinión, pero vamos a ver”.
Qué significa el cierre del gobierno de Estados Unidos
El gobierno de Estados Unidos se enfrenta, una vez más, a un posible cierre operativo luego de que las negociaciones para aprobar las leyes de financiamiento no encontraran de momento consenso bipartidista. Como se mencionó, la fecha límite para llegar a un acuerdo es la noche de este martes 30 de septiembre.
Se trata de una consecuencia del diseño institucional norteamericano, donde el gobierno federal solo puede gastar lo convenido en la ley de financiamiento presupuestario que el Congreso debate cada año. En caso de que est legislación no se materialice, ya sea por falta de diálogo o una disputa política, el estado ve congelados sus fondos y no puede financiar sus agencias.
En caso de que el cierre del gobierno se materialice y persista en el tiempo, los ciudadanos estadounidenses pueden esperar ver detenidos distintos sectores del aparato federal. Quienes más lo sentirán serán, lógicamente, los trabajadores públicos. Miles podrían ser suspendidos temporalmente, y los que sean considerados esenciales para el Gobierno del país tendrán que trabajar sin sueldo. En este caso, la tensión para los empleados públicos es doble, ya que la administración republicana advirtió que, en caso de que se avance con el cierre del gobierno, se dispondrán despidos masivos en las agencias federales.

Tanto el presidente Trump como la mayoría de los estadounidenses todavía tienen fresco el recuerdo del cierre gubernamental de 35 días entre 2018 y 2019, el más largo en la historia del país a la fecha, en el que se paralizaron audiencias migratorias, retrasos de préstamos estudiantiles, cerraron parques nacionales y, en resumen, se complicó un poco más la vida de millones de personas en Estados Unidos.
Aunque en el pasado el cierre del gobierno se utilizaba como una amenaza para llevar adelante negociaciones sobre los presupuestos gubernamentales, en esta ocasión el debate se amplió a distintas medidas llevadas adelante por Trump en lo que va de su mandato. De esta manera, los demócratas solicitaron que se extiendan los subsidios a trabajadores de ingresos bajos y medios para comprar seguros a través de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, además de la reversión de los recortes a Medicaid que se incluyeron en la medida fiscal del Partido Republicano de este año.
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