El debate público que continuó al asesinato del activista conservador Charlie Kirk en Estados Unidos tiene consecuencias reales para quienes se expresan en una línea que no es la de la Casa Blanca. Distintas personas acusadas de “celebrar” el atentado en redes sociales ya fueron despedidas o deportadas, mientras la administración Trump enfatiza en que no tolerará “los discursos de odio”.
Se trata de un mal que el presidente de Estados Unidos ve en sus contrarios. “La izquierda radical hizo un daño tremendo a este país”, dijo en la mañana del martes, antes de asegurar: “Pero lo estamos arreglando”. Aunque la teoría de los investigadores es que el asesino de Kirk actuó solo, Trump ya había hablado de responsabilidades más amplias en su primer mensaje al país luego del ataque: “Mi administración va a encontrar a cada uno de aquellos que contribuyeron a esta atrocidad y a otros actos de violencia política, incluyendo las organizaciones que los apoyan”.
La amenaza promete complicarse en caso de pasar a una vía judicial por la manera en que desafía lo establecido por la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, que establece las libertades de religión, expresión, prensa, reunión y petición. El mismo Charlie Kirk pudo desarrollar su carrera amparado bajo esta legislación, que le permitía dar su punto de vista sobre temas polémicos en debates públicos en campus universitarios, como aquel en el que fue asesinado en la ciudad de Orem, en Utah.
La cercanía entre Kirk y el mundo de Donald Trump se evidenció en el último capítulo de su podcast, que fue conducido a modo de homenaje por el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance. En la emisión, el funcionario alegó que no puede haber “unidad” con quienes “celebran el asesinato de Charlie Kirk“: “Podemos dar las gracias a Dios de que la mayoría de los demócratas no comparten estas posturas y lo hago, aunque algo va muy mal en la extrema izquierda de lunáticos, una minoría, aunque creciente y poderosa”, argumentó.
Opinar sobre Charlie Kirk puede causar despidos o persecución ideológica en Estados Unidos
El asunto fue tomado directamente por la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, quien prometió: “Absolutamente vamos a identificarte, ir tras vos, si estás apuntando a alguien con un discurso de odio”. Aunque la funcionaria aseguró que esto abarcaba “ambos lados del espectro” político, las críticas en defensa de la Primera Enmienda la hicieron moderarse al decir que su oficina se limitaría a casos de “discursos de odio que crucen la línea de las amenazas”.
En paralelo, numerosas personas ya fueron despedidas o suspendidas de sus trabajos por expresar posiciones acerca de Charlie Kirk que contradicen la narrativa oficial. El analista político Matthew Dowd se convirtió en la cara visible de este grupo cuando la cadena MSNBC lo despidió tras dos décadas de colaboraciones por sostener que parte del discurso de Kirk – crítico de las minorías y ferviente defensor de la libre portación de armas- creó las condiciones para su asesinato: “[Charlie Kirk] fue una de las figuras más divisivas, especialmente entre los jóvenes, que siempre estaba tratanto de empujar este tipo de discurso de odio en ciertos grupos. Y siempre vuelvo a que pensamientos de odio llevan a palabras de odio, las cuales conducen a acciones de odio”.

El alcance de la persecución es más amplio si se tiene en cuenta el sitio web anónimo con el propósito de “exponer a los asesinos de Charlie” que pide por pistas de personas que están “apoyando la violencia política”. En la página figura un listado de posteos en redes sociales con nombres, ubicaciones y empleadores de sus autres. Aunque en algunos casos los comentarios incluyen lenguaje divisivo, en otros el supuesto apoyo a la violencia es tan ambiguo como el siguiente: “Estuve tratando de aguantarme pero no se me ocurre como alguien puede pensar que Charlie Kirk era una buena persona. Obviamente, es horrible que le hayan disparado”.
Incluso el ejército se enfrenta a su propia purga ideológica. La cuenta oficial de respuesta rápida del Pentágono (que Trump busca rebautizar como Departamento de Guerra) señaló: “El Departamento de Guerra mantiene una política de cero tolerancia hacia su personal civil o militar que celebre o se burle del asesinato de Charlie Kirk”. Aunque por el momento no hay información acerca de cuántos efectivos fueron disciplinados bajo esta medida, CNN reportó el caso de al menos un infante de marina y un oficial del ejército.
Ya hay deportaciones en marcha de personas que debaten el asesinato de Charlie Kirk
Otro alcance de la persecución contra quienes debaten el asesinato de Charlie Kirk en redes sociales se hace a través del Departamento de Estado, que ya avisó que está revocando visas vigentes o aplicaciones para acceder a ellas, en caso de que una persona haga comentarios en este sentido.
“Estados Unidos no va a recibir extranjeros que celebren la muerte de uno de nuestros ciudadanos”, enfatizó el secretario de Estado, Marco Rubio, a la vez que advirtió: “Ya está habiendo revocaciones de visas. Si estás acá con una visa y celebrás el asesinato público de una figura política, preparate a ser deportado. No sos bienvenido en este país”.
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