Israel lanzó este martes una ofensiva terrestre sobre la ciudad de Gaza, la más poblada del enclave palestino. Aunque cuenta con el apoyo de Estados Unidos, la administración de Benjamin Netanyahu aleja las posibilidades de un alto al fuego, en un abierto desafío a las críticas y el aislamiento en que busca enmarcarlo buena parte de la comunidad internacional.
Las advertencias para que los vecinos de la ciudad se trasladaran al sur de la franja de Gaza comenzaron la semana pasada, bajo la advertencia de que el centro urbano -ya en ruinas- se convertiría una vez más en objetivo de guerra. Esta mañana, las Fuerzas de Defensa de Israel derrumbaron algunas de las torres que quedaban en el área, en un bombardeo que según vecinos de la zona superó todos los umbrales de un conflicto que ya lleva casi dos años. “Gaza está incendiándose”, lo ilustró Israel Katz, el ministro de Defensa de Israel.
Cómo es la nueva ofensiva militar de Israel sobre Gaza
El ataque aéreo se refuerza también con incursiones de tanques y tropas en distintos puntos de la ciudad de Gaza. Aunque las Fuerzas de Defensa de Israel ya ocupaban hasta el 40% de su superficie, la nueva ofensiva busca penetrar en el centro urbano, donde el comando militar israelí señala que se encontrarían hasta 3000 combatientes de Hamás. Según señalaron desde esta institución, el nombre de la operación es “carros de Gedeón II”, en referencia al juez y guerrero judío que luchó contra los madianitas.
En paralelo a los objetivos militares, la población civil de Gaza buscaba trasladarse al sur, hacia la ya sobrepoblada Al-Mawasi, donde miles de personas duermen en tiendas de campaña. Aunque esta fue la “zona humanitaria” establecida por Israel, muchos piensan que no es segura, ya que sus campos de refugiados han sido el objetivo de distintos bombardeos en el pasado. De hecho, la campaña “All eyes on Rafah” (Todos los ojos sobre Rafah) del año pasado buscó concientizar sobre la ofensiva que las FDI realizaron sobre esta zona austral de la franja.
El apoyo tácito de Estados Unidos a la ofensiva de Israel en Gaza
Horas antes de la ofensiva militar sobre Gaza, el primer ministro israelí dio una conferencia de prensa con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, donde el funcionario norteamericano dio a entender que su país apoyaría el uso de la fuerza por parte de Israel.
En concreto, Rubio dijo que, aunque los Estados Unidos desearían un fin diplomático a la guerra, “debemos estar preparados para la posibilidad de que esto no ocurra”. De esta manera, pareció adelantar la operación militar sobre Gaza, donde Estados Unidos es uno de los pocos aliados con los que cuenta Tel Aviv, en una campaña militar que le ha valido órdenes de detención de la Corte Penal Internacional contra Netanyahu y el exministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, por posibles crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

Hay que recordar también que una de las últimas acciones que tomó Israel en el conflicto fue atacar a la delegación palestina que negociaba un alto al fuego en Doha, la capital de Qatar. Aunque las principales figuras de este equipo no fueron lastimadas en los ataques, cinco de sus colaboradores murieron en el bombardeo, lo que resultó un golpe a la posibilidad de una paz negociada que ahora, con la ofensiva sobre la ciudad de Gaza, se ve aún más lejana.
La comunidad internacional busca aislar a Israel reconociendo el estado palestino
Otros antiguos aliados de Israel comenzaron a marcar contrapuntos con Tel Aviv, después que la administración de Benjamin Netanyahu no diera ninguna señal de desescalar el conflicto, profundizado desde el ataque terrorista perpetrado por Hamás el 7 de octubre de 2023.
La nueva ofensiva sobre Gaza sucede en un contexto donde cada vez más países se muestran proclives a reconocer la existencia del estado Palestino, un requerimiento de la resolución original de la ONU que creó el estado de Israel en 1948. De hecho, se esperaba una rueda de reconocimientos en los próximos debates de alto nivel en la Asamblea General de este organismo, que se reunirá en Nueva York del 23 al 27 de septiembre. Entre ellos, Francia y Reino Unido han dicho que se sumarán al camino que ya han tomado España, Suecia, Irlanda y Polonia, entre otros.

En sus reuniones preliminares, la Asamblea General de la ONU aprobó este viernes la “Declaración de Nueva York”, un documento con el que busca revitalizar la llamada “solución de dos Estados” para Israel y Palestina. Esta iniciativa buscó dejar afuera de la conversación a Hamás, cediendo la soberanía de un eventual estado palestino a la Autoridad Palestina, que hoy gobierna Cisjordania. La propuesta, impulsada por Francia y Arabia Saudita, obtuvo 142 votos a favor, 10 en contra —entre ellos la Argentina—, y 12 abstenciones.
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