Tras las recientes incursiones de drones rusos en territorio nacional, que llevaron al país europeo a abrir fuego en el marco de la guerra con Ucrania, Polonia comenzó a desplegar a aproximadamente 40.000 soldados en las fronteras con Bielorrusia y Moscú. El aumento de tropas era esperado, principalmente en vistas de los próximos ejercicios militares conjuntos entre los aliados de Minsk y Moscú.
Cabe recordar que, el pasado miércoles, Polonia confirmó el derribo de varios drones que violaron su espacio aéreo durante un ataque masivo ruso contra Ucrania. El incidente elevó las tensiones a un nivel sin precedentes desde el inicio de la invasión rusa y encendió las alarmas de seguridad en toda Europa.

Según informó el primer ministro polaco, Donald Tusk, al Parlamento, se trató de “la situación más cercana a un conflicto abierto desde la Segunda Guerra Mundial”. Si bien descartó que el país esté “al borde de la guerra”, ordenó la activación del Artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, que permite a cualquier Estado miembro solicitar consultas urgentes con sus aliados ante una amenaza a su seguridad.
Antecedentes similares
Cabe recordar que, a finales del mes de agosto, un avión no tripulado tipo Shahed de origen ruso se estrelló en el este de Polonia, impactando contra un maizal. El hecho fue confirmado por el Ministerio de Defensa, destacando que se trataba de un dron militar, probablemente un señuelo, pero sin ojiva y diseñado para atacar a los sistemas de defensa antiaérea, desviándolos de los drones de combate reales.
En su momento, el incidente fue catalogado por el titular de Defensa, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, de “provocación”. El funcionario destacó que el incidente tenía similitudes con casos en los que drones rusos volaron sobre Lituania y Rumanía, y podría estar relacionado con los esfuerzos para poner fin a la guerra en Ucrania.

Según el diario polaco Rzeczpospolita, el dron era del tipo kamikaze Shahed-131 o Shahed-136, un vehículo aéreo no tripulado de fabricación iraní que Rusia habría utilizado en sus ataques nocturnos contra Ucrania. El vehículo aéreo no tripulado impactó y calcinó un maizal en la localidad de Osiny, en la provincia oriental de Lublin, a poco más de 100 km de la frontera con Ucrania y a unos 90 km de Bielorrusia.
Ejercicios militares enemigos cerca
El contexto en la región muestra las crecientes tensiones actuales, considerando los ejercicios que inician el próximo viernes entre Rusia y Bielorrusia, algunos de los cuales se desarrollarán cerca de la frontera polaca. Se espera que en estas maniobras conjuntas periódicas, denominadas Zapad 2025, participen decenas de miles de soldados.

Si bien la incursión reciente de drones en territorio nacional ha motivado el despliegue de soldados polacos, los ejercicios también son un incentivo para permanecer alerta en sus fronteras. A principios de esta semana, el ministro polaco de Asuntos Exteriores, Radosław Sikorski, declaró que Rusia y Bielorrusia representarán “escenarios muy agresivos” durante las maniobras, estableciendo paralelismos con simulacros similares realizados antes de las invasiones rusas de Georgia en 2008, así como de su ataque a Ucrania.
Similar advertencia realizó el Presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmando que el Zapad 2025 podría ser “una tapadera” para un ataque a países situados más al oeste. Anticipándose a la situación, Polonia anunció que cerraría temporalmente los pasos fronterizos del país con Bielorrusia durante los ejercicios Zapad.
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