Una ola de protestas lideradas por jóvenes contra la corrupción y la censura digital forzó este martes la renuncia del primer ministro K.P. Sharma Oli y sumió a Nepal en una aguda incertidumbre. Aun después de que el Gobierno levantara el bloqueo a redes sociales, las marchas se intensificaron en Katmandú y otras ciudades, con enfrentamientos que dejaron al menos 19 muertos y más de un centenar de heridos. Edificios gubernamentales, incluida parte del complejo de Singha Durbar y la residencia privada de Oli, fueron incendiados. El aeropuerto internacional de Katmandú cerró temporalmente por humo en la zona.
Lo que tenés que saber
- Renuncia y gobierno interino: Oli dimitió “para facilitar una salida constitucional”. El presidente Ram Chandra Paudel inició consultas para designar un nuevo primer ministro y convocó a líderes de las protestas a dialogar.
- Protesta “Gen Z”: Las movilizaciones comenzaron por el bloqueo de redes sociales y derivaron en un reclamo masivo contra la corrupción, el nepotismo y la falta de oportunidades.
- Balance de violencia: Al menos 19 fallecidos y más de 100 heridos tras choques con la policía que usó gases lacrimógenos y munición menos letal.
- Infraestructura bajo fuego: Incendios y vandalismo en dependencias estatales y viviendas de figuras políticas; el aeropuerto suspendió operaciones por humo.
- Qué sigue: Se barajan conversaciones con los líderes juveniles, una comisión investigadora por los muertos y un gabinete de transición. El jefe del Ejército, Ashok Sigdel, fue anunciado para un mensaje a la nación.

Cómo empezó y por qué escaló
El detonante fue la prohibición temporal de plataformas como Facebook, X y YouTube bajo el argumento de combatir desinformación y fraude. La medida encendió el descontento acumulado de una generación con alto desempleo y migración forzada —miles de jóvenes salen a trabajar a Medio Oriente y Asia— y con creciente irritación por los privilegios de “hijos de la élite”. El levantamiento del bloqueo no apaciguó los ánimos: los manifestantes exigieron renuncias, justicia por los muertos y compromisos verificables para investigar la corrupción.
La dimensión de seguridad: Estado ausente y fuerza contenida
La policía quedó rebasada durante horas en barrios céntricos de Katmandú. Testigos reportaron incendios coordinados y ataques a viviendas de funcionarios. El Ejército se mantuvo en perfil de contención, mientras helicópteros trasladaron a ministros a zonas seguras. El Gobierno saliente prometió compensaciones para familiares de víctimas y tratamiento gratuito para heridos, junto a una comisión de investigación en 15 días.
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