El despliegue del sistema de misiles de alcance medio Typhon por parte del Ejército de Estados Unidos hacia Japón elevó las tensiones en el Indo-Pacífico. La medida, anunciada en el marco del ejercicio conjunto Resolute Dragon, desató críticas inmediatas de China y Rusia, que denunciaron el movimiento como un paso desestabilizador en la región.
El Typhon, desarrollado tras la salida de Washington del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio en 2019, representa una capacidad novedosa: puede lanzar misiles de crucero Tomahawk con más de 1.000 millas de alcance y misiles Standard Missile-6 capaces de atacar blancos aéreos y marítimos. Su traslado a Japón, a la base aérea de Iwakuni, coloca a Estados Unidos en una posición de mayor proyección frente a las defensas chinas y a las rutas marítimas críticas del Pacífico occidental.

Lo que tenés que saber
- Estados Unidos desplegará el sistema de misiles Typhon en Japón durante el ejercicio Resolute Dragon.
- El Typhon puede lanzar misiles Tomahawk (1.000-1.550 millas de alcance) y SM-6 (230-290 millas).
- China y Rusia denunciaron la medida como “desestabilizadora” y advirtieron que representa una amenaza directa.
- El sistema surge tras la salida de EE.UU. del Tratado INF, abriendo la puerta a misiles terrestres antes prohibidos.
El Typhon: un nuevo actor en el tablero estratégico
El sistema Typhon está compuesto por un centro de operaciones, cuatro lanzadores y remolques adaptados para transportar misiles en tubos de lanzamiento vertical. Con capacidades similares a las de un buque de guerra, pero sobre plataformas móviles terrestres, permite dispersar la potencia de fuego estadounidense en el teatro indo-pacífico.
La primera prueba de fuego real del Typhon en el hemisferio occidental del Pacífico ocurrió en Australia, durante el ejercicio Talisman Sabre de 2025, cuando se lanzó un SM-6 que impactó un blanco marítimo. Esa demostración confirmó que Estados Unidos ya posee una capacidad terrestre de ataque marítimo de largo alcance, algo que China observa con creciente preocupación.
Reacciones de China y Rusia
Pekín respondió con dureza, reafirmando que “siempre se opone” a la presencia del Typhon en países asiáticos. Funcionarios chinos advirtieron que su despliegue “agrava la confrontación geopolítica” y “amenaza directamente la seguridad regional”. La cancillería rusa, por su parte, denunció que la instalación de estos sistemas en Japón constituye “otra medida desestabilizadora” y un “peligro estratégico” para Moscú.

Ambos países consideran que este tipo de armas altera el equilibrio militar regional y abre la puerta a una nueva carrera armamentista en Asia.
El contexto del Indo-Pacífico
La llegada del Typhon a Japón ocurre días después del desfile militar en Pekín, en el que China exhibió su tríada nuclear y nuevas capacidades hipersónicas. También coincide con el incremento de patrullas navales en el mar de la China Meridional y los ejercicios estadounidenses con Filipinas y Australia.
La estrategia de Washington es clara: incrementar la interoperabilidad con sus aliados y demostrar que dispone de capacidades ofensivas de alcance intermedio listas para actuar. Para Japón, recibir el Typhon refuerza la disuasión frente a China y Corea del Norte, aunque también lo expone como punto de fricción en la rivalidad entre grandes potencias.
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