La tensión entre Venezuela y EE.UU. escala tras el anuncio del presidente Nicolás Maduro, quien aseguró que ocho buques de guerra estadounidenses, equipados con 1200 misiles y un submarino, están apuntando al país desde el Caribe, sugiriendo la existencia de un potencial ataque. En respuesta, Caracas declaró un estado de máxima preparación y movilizó a sus fuerzas armadas, incluyendo unidades en la frontera con Colombia, mientras acusa a Washington de encubrir con la lucha antidrogas un intento de desestabilización.
Maduro responde a EE.UU. con despliegue militar
El gobierno de Venezuela declaró un estado de alerta máxima y movilizó tropas hacia la costa y la frontera con Colombia, tras el refuerzo militar de EE.UU. en el Caribe. Según Maduro, Washington ha desplegado ocho buques de guerra, un submarino y más de 4.000 efectivos, acompañados por tres buques anfibios de asalto y destructores equipados con misiles guiados. “Estamos frente a la mayor amenaza que ha visto el continente en 100 años”, afirmó el mandatario, quien acusó a la Casa Blanca de extravagante, inmoral y criminal. Además, llamó a la población a enlistarse en las milicias civiles.

Washington, por su parte, justifica el despliegue como parte de una operación contra el narcotráfico, señalando que las aguas del Caribe son usadas por carteles para transportar drogas hacia EE.UU. Sin embargo, el canciller venezolano Yván Gil desestimó esta narrativa, citando un informe de la ONU que indica que solo 5% del tráfico de cocaína pasa por Venezuela, mientras que 87% sale por el Pacífico colombiano. Caracas considera que el verdadero objetivo es presionar políticamente al gobierno de Maduro, especialmente después de que la administración Trump duplicara la recompensa por su captura a 50 millones de dólares y lo calificara como líder de un régimen terrorista.
¿Amenaza real o estrategia política contra Maduro?
La administración Trump sostiene que Nicolás Maduro lidera uno de los carteles de narcotráfico más poderosos del mundo y lo acusa de ser una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU. En agosto, el Departamento de Justicia duplicó la recompensa por su captura a 50 millones de dólares y declaró al Cartel de los Soles como organización terrorista internacional, justificando así el despliegue militar en el Caribe.
Según la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito (UNODC), sin embargo, Venezuela no es un país productor de cocaína. La UNODC indica que 84% de la cocaína incautada en EE.UU. proviene de Colombia, mientras que menos del 2% de las incautaciones regionales están vinculadas a territorio venezolano.

Si bien no hay pruebas concluyentes que vinculen directamente a Maduro con el tráfico de drogas, analistas reconocen la existencia de redes criminales dentro de las Fuerzas Armadas venezolanas. El término Cartel de los Soles, usado desde hace una década, no se refiere a una estructura jerárquica única, sino a células dispersas de oficiales que, facilitarían el tránsito de cargamentos procedentes principalmente de Colombia. A pesar de esto, la evidencia sobre un control directo de Maduro sigue siendo limitada.
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