El gobierno de Venezuela anunció el despliegue de 15.000 soldados en la frontera con Colombia, en los estados de Zulia y Táchira, como parte de un operativo para combatir el narcotráfico en contraposición a la presión militar de Estados Unidos. El ministro del Interior, Diosdado Cabello, aseguró que el refuerzo incluirá también aeronaves, drones y seguridad fluvial. Según datos oficiales, en lo que va del año se incautaron más de 50 toneladas de drogas en el país.

Estas acusaciones derivaron en el aumento de las recompensas por su captura, que actualmente alcanzan los 50 millones de dólares para Maduro y 25 millones para Cabello.
Caracas sostiene que las denuncias forman parte de un plan estadounidense para promover un cambio de régimen en el país. Maduro, en un mensaje televisado, calificó el despliegue militar como una medida de defensa frente a lo que considera una amenaza imperialista contra la estabilidad de Venezuela y de toda Sudamérica.
Despliegue naval estadounidense en el Caribe
La tensión se incrementó con el anuncio de que el USS Lake Erie, un crucero de misiles guiados, y el USS Newport News, un submarino de ataque nuclear, llegarán al sur del Caribe para unirse a un escuadrón anfibio que ya se dirige a las costas venezolanas. Este grupo naval, conformado por los buques USS San Antonio, USS Iwo Jima y USS Fort Lauderdale, transporta alrededor de 4.500 efectivos, incluidos 2.200 infantes de marina.

El movimiento naval se suma a las declaraciones de la Casa Blanca, que ha calificado al gobierno de Maduro como un “cártel narcoterrorista”.
Maduro respondió con la movilización de millones de milicianos en todo el país, asegurando que las fuerzas armadas y civiles están listas para defender el territorio frente a cualquier incursión extranjera. El discurso refuerza el tono nacionalista en un contexto de creciente militarización de la región.
Washington intensifica su ofensiva contra el narcotráfico
El presidente Donald Trump ha hecho de la lucha contra los cárteles latinoamericanos un eje central de su administración. Además de apuntar al gobierno venezolano, designó al Cártel de Sinaloa y al Tren de Aragua como organizaciones terroristas globales.
Las recientes medidas buscan enviar un mensaje de presión directa al gobierno de Maduro, en paralelo con sanciones económicas y diplomáticas ya vigentes. En este marco, el refuerzo de tropas venezolanas en la frontera con Colombia se interpreta como una estrategia de defensa interna, pero también como un intento de mostrar fortaleza frente al avance de las fuerzas estadounidenses en el Caribe.
Analistas consideran que la situación eleva el riesgo de incidentes militares en la región, en un contexto en el que Venezuela busca apoyo de aliados estratégicos como Rusia y China, mientras Washington incrementa su despliegue militar bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
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